Espadas encuentra en Illa un aliado en su estrategia de pacto con la Junta
El líder del PSOE andaluz recibe el apoyo de su homólogo catalán en medio de las dudas sobre un acuerdo con PP y Cs La apuesta del PP por la rebaja fiscal tensa la negociación
en los presupuestos de sus respectivos territorios. Ambos justifican esta postura en la excepcionalidad del momento, en pleno proceso de recuperación de la crisis provocada por la pandemia, y apelan a la responsabilidad que tienen como primer partido de la Cámara. Ambos mostraron también su “preocupación” por el estado de los servicios públicos y por su intento de hacer una “oposición constructiva”. Pero el camino para armar estos pactos se antoja difícil para estos políticos de marcado perfil moderado, algo en lo que también son coincidentes.
Illa se enfrenta a un Gobierno independentista formado por los republicanos de ERC y los post convergentes de JxCat. La agenda del Govern está marcada por el camino hacia la ruptura con el resto del país, pero no sería la primera vez que el PSC llega a acuerdos importantes con estos partidos. Con los herederos de CiU dirigen desde 2019 la Diputación de Barcelona, mientras que con ERC gobernaron Cataluña entre 2003 y 2010. Sin olvidar que los republicanos han sido, por momentos, un apoyo relevante para el Gobierno de Pedro Sánchez en La Moncloa.
Con este historial, el apoyo del PSC a unas cuentas del Gobierno catalán no sería descabellado. Pero la apuesta de Espadas por aprobar el proyecto de Presupuestos que está elaborando el popular Juan Bravo, titular de Hacienda de la Junta, es tan novedosa que ha tensionado –levemente– al PSOE andaluz. Luis Ángel Hierro, que fue candidato en las primarias de junio, ha pedido una consulta a la militancia que apoyó la elección del político sevillano hace menos de cuatro meses. Además, hay dirigentes y ex dirigentes que tienen dudas sobre la estrategia y sus posibles consencuencias a medio plazo.
Espadas es el secretario general del PSOE andaluz y tiene plenos poderes, pero será un líder sin dirección hasta que dentro de un mes se celebre un congreso en Torremolinos. Se apoya en la nueva cúpula del grupo parlamentario, poblada por sus afines, y en algunos de los secretarios provinciales que lo apoyaron en las primarias. Pero en el seno del socialismo andaluz hay todavía una inestabilidad que se ha visto alimentada por la novedad de esta estrategia de acercamiento a un Gobierno encabezado por el PP.
No ayuda demasiado que el Ejecutivo que dirige Juanma Moreno haya puesto el foco en la reforma impositiva que PP, Ciudadanos y Vox impulsaron en el Parlamento
en la pasada primavera. El calendario de la Cámara se ha colado en el debate presupuestario, ya que el próximo miércoles se aprobará una reforma de la ley de tributos cedidos que rebaja el impuestos de Sucesiones en herencias de tíos a sobrinos y retoca las deducciones de IRPF, entre otras cosas. El impacto en el total de ingresos tributarios de la Junta es mínimo, 329 millones al año, pero estéticamente es complicado para el PSOE sacar adelante el Presupuesto de un Gobierno que aprueba de forma paralela una reducción fiscal muy críticada por los socialistas.
“No hay cheques en blanco”, dijo ayer Espadas tras la reunión con Illa. Según el dirigente andaluz, su apuesta es “tender la mano” si el proyecto de cuentas contiene “al menos las cuestiones imprescindibles” en materia de sanidad, educación, servicios sociales, financiación municipal, empleo y juventud. Si el documento del Gobierno “no es lo que esperamos”, Espadas anunció que se levantará de la negociación. “El PSOE no va a entregar su voto”, zanjó el alcalde de Sevilla.
Juan Espadas
Salvador Illa