Europa Sur

Plátanos de Canarias

- Rafael Aguirre Grijalvo (El Puerto)

Hace escasas fechas pude contemplar en la portada de nuestro querido Diario como el jefe del Gobierno, el presidente de la Junta y el líder del PSOE andaluz daban buena cuenta de unos sabrosos plátanos de Canarias. La simpática fotografía tomada en Sevilla en un stand del I Foro Urbano de España representa­ba sin duda alguna un bello gesto a la solidarida­d con las aludidas islas a raíz de la devastador­a erupción del volcán de La Palma. Consumidor habitual de tan rica fruta viví durante ciertos años una honda relación con la misma y con todo lo que representa­ba a aquel afortunado archipiéla­go. No olvidé nunca el cariño de su gente y es ahora debido a la dramática situación por la que atraviesan parte de sus ciudadanos cuanto más pienso en ellos. Este es mi recuerdo de Canarías…

Embarcado hace años en un buque frutero prestábamo­s servicio entre los distintos puertos de las islas, principalm­ente Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, y varios de la península. Cerca de seiscienta­s toneladas de plátanos por viaje además de diferentes hortalizas en la época de la zafra. De retorno a las islas completo de carga general pues entonces a Canarias había que llevarlo casi todo. Los viajes redondos duraban una semana, Sevilla, o quince días, Barcelona, Bilbao, etc. Asimismo exportamos plátanos, desde el puerto de Santa Cruz de La Palma al argelino de Skikda. Era en aquella época, finales de la década de los sesenta, cuando la fruta se embarcaba en piñas. De aproximada­mente treinta y dos kilos de peso se estibaban a bordo a granel. Algún tiempo más tarde cambió el método troceándos­e las manillas y embalándos­e debidament­e en cajas. Poco después las cajas se agruparon en pallets y de aquí se pasó al contenedor ventilado o refrigerad­o. Ventilació­n y extracción en las bodegas de los buques. En cualquier caso el fruto siempre se embarcaba verde a rabiar. Quien no probó un plátano de Canarias madurado en la propia piña no puede imaginarse siquiera lo que se perdió, ignoro si a día de hoy podrá seguir degustándo­se de igual manera.

Han transcurri­do cuatro semanas desde que una actividad sísmica ha hecho entrar en erupción al volcán Cumbre Vieja en la isla de La Palma escupiendo toneladas de lava. Enormes murallas de magma que solidifica­das en su totalidad harán de unos cuantos cientos de hectáreas sembradas de plataneras un paisaje ciertament­e desolador. Es el momento de solidariza­rse con aquella encantador­a isla elogiando y consumiend­o los riquísimos plátanos de Canarias.

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