Europa Sur

Lo que Espadas diría: no se me aturrullen

● Gómez de Celis, María Jesús Montero y Rafael Román siguen siendo los referentes del sanchismo en Andalucía ● El 40 Congreso Federal del PSOE escribe un complicado prólogo del cónclave andaluz, para dentro de tres semanas

- Juan Manuel Marqués Perales

Cada día tiene su afán, y no hay que aturrullar­se con los afanes. Uno después de otro, y en el orden correcto. El de este fin de semana ha sido la elección de la Ejecutiva federal del PSOE. Y ha salido bien. Ésa es la lectura que el secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, hace de este 40º Congreso Federal. Hay una importante presencia andaluza en la dirección, y es una presencia afín al nuevo líder, no todos exactament­e de su cofradía, pero sí de quienes le apoyaron para echar a Susana Díaz. Juan lleva los suyos, y Pedro, también, pero la diferencia respecto al anterior congreso es abismal: sólo entraron opositores a quien era la secretaria general de la federación más importante.

La tarde del sábado fue la de la negociació­n en Valencia, la delegación andaluza va dividida por provincias y, dentro de éstas, también hay fracturas. En casi todas, en Málaga, en Huelva, en Sevilla, en Cádiz y hasta en Jaén, donde hay inquietud por el relevo de su secretario provincial, Francisco Reyes.

Sirva de ejemplo. Que uno de los hombres de mayor relevancia en la dirección federal sea el jiennense Felipe Sicilia, que será el portavoz, no ha sentado bien, porque él y la parlamenta­ria Ángeles Férriz promueven un relevo a Reyes no controlado por él. A cambio, otro jiennense, el diputado Juan Francisco Serrano, que es quien promueve Reyes, ha entrado como responsabl­e de Inclusión Social. Estos son los afanes aturrullad­os, de los que podrían citarse numerosos ejemplos.

En Cádiz, de los cinco miembros que han entrado en el Comité Federal, cuatro son afines a Irene García, la actual secretaria provincial, cuestionad­a por pizarrista­s y susanistas. Irene García es una de ellas y otro, José María Román, alcalde de Chiclana y factótum de esa corriente. Sólo, al final de la tarde, Espadas consiguió que entrase un hombre de Pizarro: el gaditano Fran González.

Y otra más: el malagueño Daniel Pérez, portavoz socialista en el Ayuntamien­to de Málaga, ha conseguido que la portavoz de Torrox entre en la Ejecutiva, lo que afianza sus posibilida­des para ser nuevo secretario provincial. O Maru Limón, la presidenta de la Diputación onubense que ha vice presidido el 40º Congreso y que tiene la fuerza para ser la líder provincial de Huelva, en contra de las aspiracion­es del alcalde, Gabriel Cruz.

A Espadas sólo le quedan tres semanas para el congreso regional de Torremolin­os, y el PSOE andaluz está que bulle, hay quien critica con desparpajo las tardanzas de su secretario general, quien le cuestiona por no apoyarle en sus causas locales y quien lo hace por lo contrario. Por inmiscuirs­e. La tesis oficial, al día de hoy, es que Espadas practicará la neutralida­d, que sean los militantes quienes elijan a sus presidente­s provincial­es. Todos serán leales con Espadas.

O no. Espadas debe resolver la composició­n de su Ejecutiva, buscarse un secretario de Organizaci­ón que sea capaz de desenrolla­r las complejida­des locales y un responsabl­e electoral que prepare al PSOE a unas elecciones que están a la vuelta de la esquina de 2022. Y Espadas sigue, todavía, sin dejar la Alcaldía de Sevilla. Cuentan en su círculo que eso le da una voz que no tendría, porque no es parlamenta­rio, pero lo cierto es que la voz sirve para Macarena o Los Pajaritos, pero no llega ni a Almería ni a Málaga ni a Cádiz, donde Espadas es el alcalde de Sevilla y carece de un índice de popularida­d apto para presentars­e a unas elecciones. Aún es muy desconocid­o.

El Congreso Federal, en efecto, le ha salido bien, pero su principal afán no es el respaldo de Pedro Sánchez, que le apoya tanto que lo impulsó, sino Andalucía. Hay tantos andaluces como en la Ejecutiva saliente, en puestos de relevancia y de la nueva mayoría. No hay restos del susanismo y Susana Díaz pasó como un espectro por Valencia.

Los referentes andaluces de Pedro Sánchez en la dirección son Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, la ministra María Jesús Montero y el gaditano Rafael Román. Este último ha sido el único miembro del Comité de Ética y Garantías que no ha sido renovado, mantiene una solida confianza con el presidente del Gobierno. Quien se queda sin enlace es el alcalde de de Dos Hermanas, Francisco Toscano, ya que la salida de Francisco Salazar de la Ejecutiva y de Moncloa no ha tenido relevo. Su amistad con Iván Redondo ha sido demasiado pesada.

Gómez de Celis es ya un clásico en el sanchismo. Tanto él como María Jesús Montero son personas de confianza de Pedro Sánchez, y no necesariam­ente de Juan Espadas. Digamos que entran en la Ejecutiva como cupo del presidente. Gómez de Celis es el encargado del área municipal, que debe hacer frente en algo más de un año a las elecciones locales. Y Montero ha entrado como vocal, puro símbolo de su nuevo interés por las causas orgánicas.

De las mujeres que acompañaro­n a Juan Espadas en la dirección de su candidatur­a contra Susana Díaz, dos de ellas, la onubense María Márquez y la sevillana Beatriz Carrillo, está en la Ejecutiva. Sólo queda Ángeles Férriz, que es la portavoz en el Parlamento, y que está llamada a ocupar un puesto en la dirección que salga de Torremolin­os. No al frente de Organizaci­ón, que es el gran puesto por cubrir.

María Márquez entra en la Ejecutiva y Férriz queda a la espera para la dirección andaluza

Espadas debe buscar un secretario de Organizaci­ón que calme las aguas

 ?? BIEL ALIÑO / EFE ?? Felipe Sicilia y Juan Espadas saludándos­e ayer, en la última jornada del Congreso Federal del PSOE en Valencia.
BIEL ALIÑO / EFE Felipe Sicilia y Juan Espadas saludándos­e ayer, en la última jornada del Congreso Federal del PSOE en Valencia.

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