Europa Sur

EL RECTO EJERCICIO

- MANUEL GREGORIO GONZÁLEZ

ES maravillos­o, don Jordi Pujol dice que bueno, que sí, que guardó algunas pesetes en Andorra, a instigació­n de su padre, pero que “nunca torció su recto y digno ejercicio” de la función pública, y que si puso a viajar los dineros fue, válgame San Barandán, patrón de los errantes, por causa de la inestabili­dad política. No deja de ser extraño, eso sí, que para ejercer rectamente la política haya que eludir al fisco, y en mayor modo, cuando el político don Jordi y el defraudado­r Pujol son una y la misma persona. Según esta singular teoría, cualquier concejal de España debiera depositar el fruto de sus merecidos esfuerzos, pagados con la indiferenc­ia y la ingratitud del pueblo, en las Belice. A lo cual añade don Jordi junior, también acaudalado fortuitame­nte, que ellos nunca metieron mano en las arcas públicas, lo cual es una forma algo grosera de llamar tonto al Ministerio Fiscal.

En fin, lo llamativo de esta bilocación del “molt honorable” entre un don Jordi ejemplar y un Pujol apicarado y viajante, es la inversión de los valores que nos presenta como natural y deseable. Las grandes o pequeñas trapacería­s de los Pujol (de don Florenci Pujol i Brugat a don Jordi Pujol Soley y su hijo don Jordi Pujol Ferrusola), no dejan de ser, caso de resultar probadas, actividade­s fruto de la avaricia, cuya repercusió­n no va mucho más allá de sus beneficiar­ios. Sin embargo, lo que don Jordi llama “el recto y digno ejercicio” de sus altas funciones públicas, no ha sido tan púbico ni tan recto, dado que sus logros políticos, culminados en el 1-O, consistier­on en privatizar lo catalán, al servicio de los nacionalis­tas, y en convertir a la mayoría de sus administra­dos en extranjero­s en su propia tierra. Todo esto estaba ya puesto por escrito, y publicado en la prensa del momento (1990), cuando se dio a conocer el “catálogo de intencione­s” con que la Generalita­t buscaba la nacionaliz­ación de Cataluña. Su punto central es el punto “f”, titulado Memorial de agravios, donde se insta al “descubrimi­ento, constataci­ón, ponderació­n y divulgació­n de los hechos discrimina­torios”, obrados contra Cataluña y el pueblo catalán.

Qué cosa sea el Pueblo catalán y Cataluña es algo que, naturalmen­te, decidió don Jordi. O en su defecto, alguno de los innumerabl­es virtuosos de la segregació­n que, gracias a don Jordi, hoy se han multiplica­do como rovellons. Y siempre, no conviene olvidarlo, en el recto y digno ejercicio de sus funciones.

No deja de ser extraño, que para ejercer rectamente la política haya que eludir al fisco

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain