La cercanía de los Reyes y sus hijas
● Leonor y Sofía acaparan todo el protagonismo en la visita a Santa María del Puerto, su última parada de su viaje oficial a Asturias
Con el sonido del las gaitas de fondo y entre aplausos. Así fue recibida la Familia Real ayer por la mañana a su llegada a Santa María del Puerto, en Somiedo, la localidad que ha ganado el Premio al Pueblo Ejemplar Asturias 2021 en su trigesimasegunda edición. Un galardón que ha sido otorgado por “encarnar el modelo de pueblo de montaña que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos”.
Tras una noche llena de emociones en la gala de entrega de los Premios Princesa de Asturias, los Reyes volvieron a ceder el protagonismo a sus hijas, Leonor y Sofía, quienes en una mañana de sábado fría acapararon todas las miradas y conquistaron a los asturianos con su cercanía y saber estar a pesar de su juventud.
En este tercer y último día en Asturias, los Reyes y sus hijas, junto al ministro de Agricultura, Luis Planas, y el presidente del Principado, Adrián Barbón, recorrieron algunos de los puntos más significativos del pueblo. Tras saludar a su habitantes comenzaron la visita en el Centro Vecinal, un espacio para reuniones y actividades que se creó en 2009 al rehabilitarse la antigua escuela.
Poco después, la Familia Real se desplazó a otros lugares importantes de la aldea, como la iglesia parroquial, que demuestran que Santa María del Puerto está lleno de cultura y tradición. Además, mantuvieron un encuentro con vaqueiros, los ganaderos trashumantes asturianos, para conocer su forma de vida. También inauguraron un mirador construido con motivo de su visita, con el que se rinde homenaje a la infanta Sofía. La hija menor de los Reyes recibió una bonita sorpresa al descubrir que en una placa ubicada en esta zona se podía leer “Mirador de la infanta Sofía”. Un emotivo momento en el que la joven intercambió una mirada cómplice con su padre, el rey Felipe VI.
Leonor y Sofía dejaron salir con los vecinos de Santa María del Puerto su lado más espontáneo, intercambiando el saludo habitual por el choque de puños que impera en esta época de pandemia, sobre todo con los niños que se han ido encontrando a su paso, algunos de los cuales incluso gritaban efusivamente “¡Viva Leonor!”
La princesa Leonor afirmó durante su discurso que merece la pena trabajar para que “se revitalicen los pueblos y se cuide su potencial”, al considerarlo esencial para que la sociedad fortalezca el mundo rural. “Sois el ejemplo de que merece la pena seguir trabajando para que se revitalicen los pueblos y se cuide su potencial. Es muy necesario para que nuestra sociedad siga mejorando”, subrayó Leonor ante los alrededor de 60 habitantes de Santa María del Puerto, una aldea situada a 1.486 metros de altitud, justo en la linde con León. Catalogada como Reserva de la Biosfera por la Unesco desde el año 2000 y con la ganadería como principal actividad, cuenta con 84 habitantes que ayer, junto a muchas otras personas de localidades vecinas, se reunieron para recibir, orgullosos e ilusionados, a la Familia Real.
Con estilismos mucho más cómodos y sencillos, la princesa Leonor y la infanta Sofía apostaron para esta visita por los vaqueros. La reina Letizia recurrió a la prenda del otoño por antonomasia, la gabardina.
Es la tercera ocasión en la que Leonor de Borbón, junto a su hermana, acompañan a don Felipe y doña Letizia al Pueblo Ejemplar, después de que lo hiciera en 2019 en Asiegu y el pasado año, en Somao.