Moscú inicia 11 días de vacaciones para parar el avance del coronavirus
La capital rusa decreta el cierre de los servicios no esenciales, aunque no confina a la población
Los moscovitas iniciaron ayer 11 días de vacaciones decretadas por la alcaldía, junto al cierre de los servicios no esenciales, para tratar de frenar el avance del coronavirus en la capital rusa, donde los casos superaron ayer los 8.400 y los fallecimientos se acercan a los 100 diarios.
“No sé si esta medida va a ayudar a disminuir los contagios, pero siempre se agradece días libres adicionales, porque así puedo pasear con mi hija”, dijo a Efe Natalia, una empleada pública, en la Plaza Roja. “Lo único malo es que no se puede ir de tiendas”, añadió.
La capital no se paralizó durante el primer día no laborable y del cierre de los comercios no esenciales, pero redujo su ritmo frenético habitual de una ciudad de 12 millones de habitantes.
Al contrario de lo que ocurrió el año pasado durante más de dos meses, los moscovitas no están confinados en esta ocasión y pueden pasear o ir a museos y utilizar el transporte.
En el metro de la capital se observa un número menor de pasajeros, cuando en un día laborable no se pueden encontrar asientos libres. También el tráfico se redujo algo en las principales arterias.
En el centro estaba abierta únicamente una oficina postal y los restaurantes y las cafeterías que sirven comida para llevar o a domicilio, según pudo constatar Efe.
También los teatros y los museos pueden seguir recibiendo visitantes, pero sólo si llevan un código QR porque están vacunados o se han recuperado de la enfermedad hace no menos de seis meses, y únicamente pueden acoger la mitad de su aforo habitual.
El resto de tiendas están cerradas, incluso en los centros comerciales. Sólo las farmacias y las tiendas de alimentación y de otros productos esenciales pueden abrir sus puertas al público.