Consumo prohibirá publicitar dulces y bebidas calóricas dirigidas a niños
● Alberto Garzón asegura que esta regulación se hará por real decreto y se empezará a aplicar en 2022 ● El ministro destaca las “alarmantes cifras” de sobrepeso y obesidad infantil
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, anunció ayer la prohibición de la publicidad dirigida al público infantil de dulces, galletas, helados, bebidas calóricas y resto de productos alimenticios ricos en sales, azúcares y grasas considerados nocivos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Garzón explicó que la regulación estatal de esta publicidad de alimentos dirigida a menores de 16 años en televisión, radio, redes sociales, webs, aplicaciones móviles o cine se hará por real decreto y se empezará a aplicar en 2022.
En televisión, la nueva normativa afectará a los horarios de protección reforzada y a los espacios publicitarios de programas dirigidos al público infantil y a los canales de televisión dirigidos a menores de 16 años.
Además, de esta publicidad en la televisión lineal como no lineal (plataformas), el real decreto también regulará los contenidos radiofónicos, salas de cine y publicidad en internet, redes sociales, webs o aplicaciones móviles cuando estén dirigidos a menores de 16 años e incluirá limitaciones en los medios impresos.
En la línea de las regulaciones de esta publicidad que han hecho Reino Unido, Portugal y Noruega, el ministro explicó que la normativa española impedirá hacer publicidad a menores de las cinco categorías de productos que la OMS considera nocivos. Son las de productos de confitería de chocolate y azúcar, barritas energéticas y coberturas dulces y postres; la de alimentos que incluye pasteles, galletas dulces y el resto de los productos de bollería, y las de zumos, bebidas energéticas y los helados.
Para el resto de categorías de productos se establece un límite de contenido de nutrientes por cada 100 gramos y se podrán anunciar siempre que las grasas totales y saturadas, el azúcar total y añadido o bien los niveles de sal se mantengan por debajo de los que se establecen para cada producto.
Garzón, que hizo este anuncio en una rueda de prensa en Barcelona tras reunirse con la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, explicó la decisión de pasar a la regulación directa de la publicidad de alimentos y bebidas dirigidas al público infantil en la “ineficacia” para rebajar la obesidad y el sobrepeso infantil del Código de autorregulación PAOS establecido por la propia industria, que se aplica desde 2005 en España.
“El sobrepeso y la obesidad tienen unos niveles extraordinariamente altos y es un deber público rebajarlos”, subrayó Garzón, que destacó entre “las cifras alarmantes” del informe Aladino que el 23% de los niños españoles de entre 6 y 9 años tiene sobrepeso y el 17% sufre obesidad.
El ministro puso énfasis en la voluntad de proteger a los niños y adolescentes, “las personas más vulnerables, de unos hábitos de consumo que perjudican notablemente la salud a corto y medio plazo y en la edad adulta”.
Por su parte, la patronal de la industria alimentaria ha presentado una queja formal ante los ministerios de Agricultura e Industria contra esta decisión. La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) tachó de “ataque gratuito e injustificado” la decisión y reveló que ya había mostrado su disposición a reducir “de forma voluntaria” estos anuncios en más de un 75%.