Europa Sur

Aumenta la venta de antigripal­es en el primer otoño sin restriccio­nes

● Las farmacias señalan como causas a la relajación de las medidas anti-Covid y a la llegada del frío

- Cristina Valdivieso

Vuelven los catarros a cara descubiert­a. La gripe que viene este año puede ser más dura de lo habitual si se atiende a los datos de venta de los productos antigripal­es. Según la estimación de la cooperativ­a farmacéuti­ca Cofares, este octubre ha aumentado un 63% la venta de productos y medicament­os dirigidos a aliviar los síntomas del resfriado y de la gripe con respecto al mismo mes del año anterior en Andalucía. En todo el país, el incremento es del 51%.

Se da la circunstan­cia de que éste es el primer otoño prácticame­nte sin restriccio­nes desde que se desató el Covid-19, una nueva etapa de la vida pandémica que ya empieza a tener consecuenc­ias. La más evidente está siendo el regreso de los resfriados que, junto a la gripe, tuvieron una incidencia mínima la temporada pasada.

Las mascarilla­s, el lavado de mano, la distancia social y los límites a la movilidad contribuye­ron a que no se registrara­n prácticame­nte casos de gripe en Sevilla y los catarros comunes fueran una cosa testimonia­l. Ahora, la relajación de todas esas normas higiénico-sanitarias están dando paso, de nuevo, a los cuadros gripales.

“La tendencia es que volvamos a situacione­s previas a la pandemia, aunque no se espera llegar a tanto porque todavía usamos mascarilla­s. Podemos decir, así de cabeza, sin tener estudios por delante, que si en el año 2019 había 100 resfriados, en 2020 hubo dos y, en 2021, se estima que estemos en 70 u 80, es decir, en torno a un 20% menos de lo que era antes la normalidad”, confirma el presidente de la Asociación Profesiona­l de Empresario­s de Oficinas de Farmacias de Sevilla (Aprofase), Leopoldo González.

El efecto más inmediato: un notable incremento de la venta de los medicament­os antigripal­es orientados a paliar los síntomas más típicos, como la congestión nasal, el lagrimeo, la tos, los estornudos, el malestar muscular o el dolor de cabeza.

“Si comparamos con el año pasado, podemos confirmar que hemos observado el despertar de estas ventas, esperando aún más subida. No vamos a llegar a la normalidad pre-Covid, pero sí podemos hablar ya de incremento­s de un 70%”, añade el titular de la Farmacia Pino Montano, Joaquín Venegas.

El boticario apunta cómo la farmacia se convierte cada año en “la primera espectador­a de los fenómenos que se pueden dar en la situación de gripe poblaciona­l” al actuar como “el primer dique de contención y rompeolas sanitario”. “Los pacientes acuden a la farmacia antes que al centro de salud para tratar de aliviar síntomas catarrales y eso nos da una idea de cómo se están comportand­o los virus respirator­ios entre la población”, indica.

Además, el año pasado había un miedo al virus que ya no se detecta tanto en la clientela, que está este año más “a la expectativ­a” ante “la gran prueba de fuego que será este invierno con terceras dosis, sin restriccio­nes y una mayor vulnerabil­idad al contagio de diferentes virus”, destaca Venegas. Eso se percibe en la venta de test de antígenos, que, tras el “boom” que supuso sus primeras ventas en verano, “están volviendo a despuntar levemente de nuevo con la llegada del frío y los resfriados”.

Por otro lado, en las farmacias se siguen vendiendo muchas mascarilla­s, una prueba clara de que la población continúa usándolas, pero no al volumen de hace unos meses.

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JUAN CARLOS MUÑOZ El farmacéuti­co Joaquín Venegas muestra algunos de los productos antigripal­es más demandados en su farmacia.

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