La OTAN apoya a Polonia ante la escalada de tensión en la frontera con Bielorrusia
● Varsovia militariza la zona ante la “amenaza” por la llegada masiva de inmigrantes apoyada por el régimen de Minsk
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, telefoneó ayer al presidente polaco, Andrej Duda, para expresarle la “solidaridad” de la OTAN ante la situación en la frontera oriental de su país, así como a todos los aliados en esa región de Europa, mientras que Varsovia ha aumentado sus efectivos militares en la frontera con Bielorrusia ante lo que ya denominan una “amenaza” a la seguridad del país propiciada por la llegada masiva de inmigrantes apoyada por el régimen de Minsk.
El coronel Marek Pietrzak, portavoz de las Fuerzas de Defensa Territorial polacas, anunció que hay 8.000 efectivos de este cuerpo de voluntarios “listos para movilizarse de inmediato”, en lo que constituye un paso más en el despliegue de fuerzas en una zona a la que se ha prohibido el acceso.
Mientras, el presidente polaco, Andrzej Duda, hizo un llamamiento a la cooperación de todas las fuerzas políticas del país para afrontar lo que ha llamado “un asunto demasiado serio para hacer política” y calificó como “ataque sin precedentes” por parte de Bielorrusia.
El primer ministro, Mateusz Morawiecki aseguró que Polonia “no se dejará intimidar” y “defenderá la paz en Europa” con sus “socios” de la Unión Europea (UE) y la OTAN.
Bruselas prometió incrementar sus sanciones contra el régimen de Aleksander Lukashenko y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, expresó este martes su apoyo a Varsovia en esta crisis.
Bielorrusia, por su parte, advirtió a Polonia que no debe, bajo ninguna justificación, usar la fuerza contra los migrantes que se encuentran en la zona fronteriza entre ambos países.
Muestra de la preocupación que suscita la situación en la frontera es que el Parlamento polaco comenzó este martes una sesión extraordinaria para abordarla.
Las autoridades fronterizas polacas informan de la concentración de 800 personas junto al límite entre los dos países y en imágenes hechas públicas por el Gobierno se puede ver cómo decenas de personas, entre ellas muchos niños, se han instalado en campamentos en la zona.
Durante la tarde del lunes se produjeron varios intentos, por parte de estos grupos, de derribar la valla que delimita la frontera en la zona de Kuznica y varias instalaciones, como postes de iluminación y alambradas, resultaron dañadas.
El Gobierno decretó ayer y “hasta nuevo aviso” el cierre al tráfico civil de las carreteras de la zona donde se produjeron esos incidentes, una medida aún más estricta que el estado de emergencia vigente desde el 2 de septiembre en los casi 200 municipios fronterizos con Bielorrusia. Sin embargo, el portavoz del Gobierno, Piotr Müller, afirmó que no hay intención de introducir la ley marcial.
Además, puntualizó Müller, mientras se estén llevando a cabo los trabajos de construcción de un muro en los 420 kilómetros de frontera que comparten Polonia y Bielorrusia, seguirán aplicándose restricciones al acceso y circulación de civiles en la zona.
Varsovia ya tiene desplegados a más de 12.000 efectivos, entre militares y guardias fronterizos, pero este número se está incrementando con el traslado desde varias ciudades de policías y la próxima llegada de unos mil voluntarios de la Fuerza de Defensa Territorial.
Según el Gobierno polaco, este año se han registrado unos 30.000 intentos de cruzar ilegalmente la frontera desde Bielorrusia, más de la mitad el último mes.