El juicio por la quiebra de la RTV de La Línea se celebra tras una docena de aplazamientos
El juicio por la quiebra de la radiotelevisión municipal de La Línea se celebró al fin ayer tras una docena de aplazamientos, aunque estuvo a punto de volver a aplazarse después de que uno de los testigos, el interventor municipal, Pablo Zambrana, aportara a primera hora de la mañana un parte médico en el que le habían prescrito confinamiento debido a un catarro. La empresa concursada, la Sociedad Municipal de Comunicación (Somdeco) que gestionaba la RTV, solicitó un nuevo aplazamiento, pero la titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Cádiz decidió que se celebrara el juicio y tomará declaración a finales de este mes al testigo. Una vez que comparezca, se entregarán las conclusiones del procedimiento por escrito a las partes.
Según explicó el abogado de los trabajadores, Carlos Fenoy, en el juicio las partes implicadas se ratificaron en sus escritos. La Fiscalía estima que se trata de un concurso culpable, mientras que el administrador concursal defiende que fue fortuito. Además, se tomaron las pruebas testificales de la administración concursal; del secretario general municipal por entonces, José Alfonso Ruiz Pau, y de Antonio Quero Ávila, contable de las sociedades municipales Emusvill –que se hizo cargo del pago de las nóminas de los empleados de la radiotelevisión desde mayo de 2011 hasta su cierre– y Somdeco.
El principal argumento de la administración concursal es que la empresa tuvo que echar el cierre en noviembre de 2011 debido al paso de la televisión analógica a digital y la televisión municipal de La Línea no obtuvo licencia para emitir en TDT.
El fiscal sde ampara en el retraso de la declaración del concurso de tres años, las aportaciones del Ayuntamiento para sostener a la sociedad y la falta de rendición de cuentas.