Europa Sur

Cinco meses después

España regresa al escenario de la Eurocopa evocando el ambiente de las grandes noches ●

- Roberto Morales (Efe)

Los tres partidos que la selección española disputó en el Estadio La Cartuja de Sevilla en el inicio de la Eurocopa 2020 dejaron frialdad en el grupo. Sólo la reacción ante Eslovaquia, con un vendaval de goles que liberaban presión y tensiones, silenciaba la crítica y hasta los silbidos de la grada. Se había dado lo nunca visto, pero España es diferente. Errores en la definición de Álvaro Morata provocaron silbidos y hasta insultos a sus hijos en pleno torneo. Enterrado ese capítulo, el reencuentr­o llega marcado por la petición de generar un ambiente único e intimidato­rio en el partido contra Suecia.

España se sigue jugando su presencia en el Mundial, por mucho que su situación haya cambiado gracias a una jornada en la que todo le fue de cara. El inesperado tropiezo de Suecia en Georgia, el triunfo con lo justo, sin alardes, en Atenas frente a Grecia. Llueve menos, el empate ahora sirve, pero una derrota la mandaría a la repesca y Luis Enrique Martínez lo quiere evitar a toda costa.

Por eso no tardó en recordar un encuentro que marcó su carrera como internacio­nal, una comparació­n acertada, también en Sevilla, también jugándose todo a una carta, ante Dinamarca en el Ramón Sánchez-Pizjuán el 17 de noviembre de 1993. “No recuerdo un partido igual en mi carrera en el que la afición nos llevara en volandas de aquella manera y el estadio se convirtier­a en un infierno. Eso tiene que ser La Cartuja el domingo”, afirmó Luis Enrique, que dibujó con palabras aquel momento de angustia tras la expulsión de Andoni Zubizarret­a, que se convirtió en felicidad gracias al gol de Fernando Hierro.

El presente, pese a la situación límite de hace unos días, no necesita de gestas. Al menos si el duelo ante Suecia, rival al que más se enfrentó España en 2021 sin ser capaz de vencer (un empate y una derrota), va por los cauces esperados con una España que saldrá por el partido. Sin miedos ni especulaci­ones. Con el deseo de los internacio­nales de enterrar el frío ambiente de la Eurocopa y recuperar el calor que siempre aseguró Sevilla a su selección.

“Contamos con nuestra afición en La Cartuja y esperamos que nos lleve en volandas”, aseguró Luis Enrique, que siente como en unos meses, con la ilusión renacida en los cruces de la Eurocopa y el buen papel en la Liga de Naciones, el sentir popular ha dado un giro. “Hagámoslo por nosotros y nuestras familias. Nadie nos va a regalar nada”, lanzó en una de esas charlas que desvela el documental cuando el viento comenzó a soplar en contra en los empates de Sevilla.

“Sería muy injusto que la gente no confiara en este grupo de jugadores tras lo que han hecho. El cambio se debe a su gran trabajo, han lidiado con situacione­s que no son favorables. Han superado dificultad­es, el fútbol depende de resultados y estamos en una dinámica positiva. Hay cosas a mejorar pero todo se debe a su esfuerzo. Pienso en todos los españoles que estaban en Milán y fue apoteósico. No hay ninguna circunstan­cia que rodee el partido que no invita a la afición a disfrutar de su selección. Si no estamos acertados, es una final y necesitamo­s el apoyo”, pidió.

Los mensajes hacia una afición que llenará, o se quedará muy cerca de hacerlo, La Cartuja, se irán enlazando entre internacio­nales. “Queremos estar todos juntos para conseguir el objetivo que toda España quiere, estar en el Mundial. Juntos lo vamos a conseguir con un ambientazo que ya hemos vivido noches en Sevilla. Ojalá se repita otra vez”, deseó Pablo Sarabia, el autor del tanto que ha cambiado el panorama y deja todo en manos de la selección.

 ?? RAÚL CARO / EFE ?? Luis Enrique, a su llegada al hotel en el que se concentró la selección española tras su llegada a Sevilla.
RAÚL CARO / EFE Luis Enrique, a su llegada al hotel en el que se concentró la selección española tras su llegada a Sevilla.

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