LA DIGITALIZACIÓN Y LA INVERSIÓN EN INFRAESTRUCTURAS, PALANCAS CLAVE PARA LA GESTIÓN DEL SANEAMIENTO EN LA COSTA DEL SOL
Es necesario fomentar la colaboración público-privada e invertir de manera sostenida en las instalaciones de saneamiento para lograr infraestructuras más resilientes ante el cambio climático
UN gesto tan cotidiano y sencillo como tirar de la cadena puede ser algo del todo impensable en algunas partes del mundo. De hecho, en nuestro planeta, casi la mitad de la población -unos 3.600 millones de personastodavía no tienen acceso a unos servicios de saneamiento gestionados de manera segura. Y de ellos, 494 millones de personas ni siquiera tienen acceso a un retrete. Esto no es una cuestión menor, pues un buen sistema de saneamiento, además de agua limpia para el lavado de manos, es esencial para detener la propagación de enfermedades infecciosas como la Covid-19.
En estos datos se pone el foco este año las Naciones Unidas para celebrar, como cada 19 de noviembre, el Día Mundial del Saneamiento o, como también se le conoce, el Día Mundial del Retrete. Una efeméride que forma parte de su calendario oficial de días mundiales desde el año 2001.
Por ello, es importante cuidar esos pequeños privilegios de los que gozamos en las sociedades más desarrolladas.
Si bien contamos con unos servicios de agua urbana satisfactorios y que año a año mejoran notablemente, sigue quedando un largo camino por recorrer en materia de recogida y tratamiento de aguas residuales, especialmente en cuanto a inversión para completar el 100% de la cobertura en saneamiento y la renovación de este tipo de infraestructuras. La Unión Europa indica a sus estados miembros la necesidad de seguir avanzando en la cobertura total de tratamiento de agua y a apostar por el tratamiento avanzado en zonas urbanas, instalando en las zonas urbanas redes separativas de aguas residuales y redes de aguas de lluvia.
Es necesario invertir pues, fomentar la colaboración público-privada de manera sostenida en las instalaciones de saneamiento, para atener las directivas de tratamiento y para lograr infraestructuras de saneamiento más resilientes ante los impactos del cambio climático. En este sentido las empresas que gestionan el ciclo integral del agua juegan un papel fundamental a la hora gestionar correctamente la red de infraestructuras necesarias para asegurar un buen funcionamiento del saneamiento de las ciudades, siempre en colaboración con las administraciones públicas.
Hidralia es una empresa andaluza dedicada a la gestión del ciclo integral del agua, que presta sus servicios a más de 1,3 millones de habitantes en 53 municipios andaluces. Su gestión, basada en la excelencia operativa, la innovación tecnológica y el cuidado del medio ambiente, garantiza un suministro de agua de calidad, y además cuida de su devolución al medio natural en las mejores condiciones. De todos estos municipios que Hidralia gestiona en todo el territorio andaluz, siete de ellos se encuentran en la Costa del Sol: Marbella, Estepona, Manilva, Rincón de la Victoria y Algarrobo, a través de concesiones directas; y Torremolinos y Benahavís, que son gestionados a través de las empresas mixtas Aguas de Torremolinos y Aguas de Benahavís, respectivamente.
DIGITALIZACIÓN, UN ALIADO CLAVE PARA LA GESTIÓN
Garantizar una buena gestión de las infraestructuras de saneamiento implica un absoluto respeto con el medio ambiente. Es imprescindible evitar que se produzcan vertidos al medio y para ello, el proceso de digitalización que ha realizado la empresa en los últimos años, y que ha culminado en la implantación de DINAPSIS Costa del Sol tiene una gran importancia y supone una enorme ventaja para mejorar la resiliencia de nuestras ciudades.
Desde el Hub Operativo de DINAPSIS se pueden planificar los trabajos de una forma mucho más eficiente a través de las herramientas de gestión avanzadas con las que allí se operan. Esto se puede ver con más detalle en labores específicas como la limpieza de colectores e imbornales que la empresa realiza de forma periódica en los municipios donde presta servicio, y que refuerza durante las épocas de otoño para prevenir riesgos de inundaciones en períodos de lluvias intensas. Gracias a la monitorización que se realiza en tiempo real de toda la red, y que recopila datos recogidos por los sensores de campo, se puede observar exactamente en qué puntos es más urgente la intervención en las infraestructuras para poder establecer un orden correcto de prioridades.
De este modo, con esta operativa más eficiente, resulta más sencillo conservar la calidad del medio natural, logrando reducir en más de un 45% anual los posibles vertidos. Con estas soluciones se consigue una gestión más eficiente y sostenible de los sistemas de saneamiento. En el contexto de la pandemia, asegurar el acceso a fuentes de agua potable y servicios de saneamiento para todos ha sido de vital importancia para garantizar la salud sanitaria y la higiene, así como detener la propagación del virus, aquí la digitalización también ha jugado un papel clave.
Hidralia ha puesto en marcha el COVID19 City Sentinel, una solución de monitorización que detecta y cuantifica la presencia en las aguas residuales del virus SARS-CoV2, permitiendo realizar seguimiento de la evolución del virus y anticipar la aparición de posibles nuevos brotes.
Esta herramienta epidemiológica que se ha consolidado en municipios como Torremolinos o Rincón de la Victoria, y permite la vigilancia de otras infecciones bacterianas o víricas como la gripe y así detectar, de forma precoz, su presencia para facilitar información a las autoridades para adoptar medidas efectivas.
EL BUEN FUNCIONAMIENTO DE LAS REDES, UN PROBLEMA DE TODOS
Además de una eficiente gestión, hay que fomentar el buen uso de las infraestructuras de saneamiento. Hidralia lleva años trabajando en campañas de educación, concienciación y sensibilización ambiental, especialmente de los más pequeños.
El programa Aqualogía es un referente en este sentido. Orientado a niños de entre 8 y 10 años, enseña a los escolares la importancia del agua y el medio ambiente, así como dar a conocer el ciclo natural y urbano del agua a través de juegos interactivos.
El buen funcionamiento y mantenimiento de las redes es un problema de todos, por eso es importante no tirar residuos por el retrete que puedan ocasionar atascos. Estos pueden ser colillas, aceites, productos para el cuidado personal (toallitas higiénicas, pañales de bebés, bastoncillos de algodón, discos desmaquillantes, tampones, etc.) o medicamentos. Un mal hábito con una costosa factura económica y medioambiental.
Según la Asociación Española de Abastecimiento de Aguas y Saneamiento (AEAS), en una ciudad española de unos 300.000 habitantes se recogen alrededor de 10kg de estos residuos por persona al año. Esta problemática tiene un sobrecoste en nuestro país de entre 4 y 6 euros por persona al año y el encarecimiento, en un 10-15%, de las actividades de mantenimiento, tratamiento y depuración de las aguas residuales. En España esto supone un sobrecoste total estimado de unos 230 millones de euros al año. Y todo ello, sin considerar el impacto que sobre el medio natural pudieran tener los potenciales vertidos a causa de estos residuos como las toallitas.