Caos de tráfico y arengas de ‘Kichi’ a los manifestantes
“Hemos tenido que meter fuego para que Madrid nos haga caso”, asegura el alcalde megáfono en mano Los piquetes se manifiestan sin incidentes y bloquean la ciudad
La tercera jornada de la huelga indefinida del sector del metal llevó el caos al tráfico de Cádiz, después de que los piquetes concentrados en la puerta de Navantia Cádiz decidieran moverse por toda la ciudad. A diferencia de los días anteriores, la marcha transcurrió sin incidentes bajo la atenta mirada de miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP). El alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, salió al encuentro de los manifestantes para mostrar su solidaridad con sus reivindicaciones.
La jornada arrancó pendiente del resultado de la reunión de este miércoles entre representantes de Femca y los sindicatos CCOO y UGT con la mediación de la Consejería de Empleo, que terminó sin acuerdo tras más de doce horas de conversaciones, con ambas partes intercambiándose reproches.
En torno a las ocho de la mañana, tras confirmarse la falta de acuerdo en la negociación, los manifestantes concentrados ante Navantia Cádiz comenzaron a moverse a pie, dirigiéndose desde la avenida de Astilleros, cerrada al tráfico durante la noche con una intensa vigilancia policial, haca la avenida de la Sanidad Pública por la rotonda de los bomberos. Este movimiento generó grandes retenciones de tráfico a esta hora en la entrada a Cádiz por el puente de la Constitución de 1812, según informaba la Guardia Civil.
En torno a las nueve de la mañana, el grupo llegaba ante la sede de la Confederación de Empresarios de Cádiz, protegida por una decena de antidisturbios, donde lanzaron huevos a la fachada. Allí se incorporó un grupo de manifestantes procedentes de Puerto Real, que poco antes de las ocho había cortado el acceso al puente Carranza, con una barricada con pales de madera y neumáticos a los que prendieron fuego. Sin embargo, el corte apenas duró media hora porque la Policía desalojó a los huelguistas con la primera carga policialen Puerto Real desde que se inició la huelga. Tras este enfrentamientos, con piedras de un lado y botes de humo de otro, los antidisturbios acabaron desalojando en polígono Río San Pedro, por lo que parte de los trabajadores de las contratas que allí se encontraban se marcharonpara unirse a las protestas de la capital.
Tras celebrar una asamblea en la plaza de la Aeronáutica, los manifestantes se encaminaron hacia la avenida de la Sanidad Pública, y de ahí se desviaron hacia la avenida principal, ocupando los cuatro carriles de la circulación. Caminaron en dirección a las Puerta de Tierra, realizando una sentada ante la Comisaría de la Policía, y gritaron consignas contra los sindicatos al pasar por delante de la sede de CCOO y UGT.
Al llegar a la cuesta de las Calesas, el alcalde de Cádiz, José María González Kichi, salió a su encuentro. Mégafono en mano, el primer edil mostró el apoyo del Ayuntamiento a los trabajadores y manifestó que “hemos tenido que meter fuego para que Madrid nos haga caso”. Entre otras cosas, el alcalde señaló que “se entere toda España que los de Cádiz somos obreros y o delincuentes” y dijo que violencia es “no coger vacaciones por el miedo a que nos despidan” o “los años de precariedad”. “Vuestro ayuntamiento estuvo, está y estará con vosotros y la lucha obrera”, indicó rodeado de los manifestantes y los medios de comunicación que cubrían la protesta.
A continuación, se dirigieron a la plaza de San Antonio, donde se encuentra la sede provincial del PSOE. Allí votaron regresar a los astilleros, por lo que se pusieron en marcha de nuevo. Sin embargo,