Amalia de Holanda
conciencia al mundo sobre la salud mental
La princesa Amalia de Países Bajos acudió a un psicólogo infantil cuando era niña y aún lo visita regularmente para “desahogarse”, recoge una biografía publicada con motivo de su 18 cumpleaños el 7 de diciembre, en la que habla por primera vez sobre la presión del trono, su educación o las redes sociales.
La heredera al trono holandés estuvo acompañada el pasado verano por la escritora, actriz y presentadora neerlandesa Claudia de Breij, quien ha escrito un retrato sobre la personalidad, el día a día y las aspiraciones de Amalia, aunque también admite que dejó fuera cuestiones demasiado privadas “no porque sea una princesa, sino porque es aún una niña”.
El libro contiene 112 páginas, y lo publica la editorial Pluim bajo el título Amalia, con una foto del archivo privado de la princesa, que ve su futuro como “un honor”, con la “ventaja añadida de que le encantan las tiaras”.
“No creo que sea un tabú. Y no tengo problema en hablarlo en público. A veces todo pasa a ser demasiado para mí: la escuela, los amigos, y por eso hablo con alguien. Si tengo la necesidad, pido una cita. Me desahogo y estoy lista para otro mes”, dice la joven, en un intento de romper el tabú sobre la salud mental, que considera tan “importante” como la física. La joven menciona a Inés Zorreguieta, la hermana menor de su madre, que se quitó la vida a los 33 años, en 2018. Sufría un trastorno alimenticio e ingresó en una clínica psiquiátrica pero no logró mejorar.
Guillermo y Máxima decidieron enviar a Amalia a un terapeuta infantil cuando era pequeña porque estaban preocupados por el impacto que pudiera también tener en ella la muerte de su tío, el príncipe Friso, quien falleció en 2013 tras un accidente de esquí en Lech, Austria.
Es la primera vez que Amalia ofrece una entrevista tan extensa sobre su vida, puesto que sus padres siempre la han mantenido lejos de los focos, con un acuerdo con los medios de comunicación, a los que ofrecen dos citas fotográficas al año a cambio de que las princesas puedan llevar una vida fuera de la atención mediática.