Europa vuelve a embozarse ante la propagación del virus
● Varios gobiernos prevén nuevas restricciones por la llegada de olas ● Una manifestación de protesta se salda con altercados en Bruselas
Alemania vetará el uso del transporte público a las personas que no se hayan vacunado
La pandemia se recrudece en toda Europa. Como una borrasca que se extiende desde el este al oeste del continente, la propagación del coronavirus está obligando a los gobiernos a retomar medidas de contención y vuelven a verse a los ciudadanos portando mascarillas incluso en las calles.
En países como Bélgica o Países Bajos, las manifestaciones contrarias a la adopción de políticas que tratan de reducir la circulación del SARS-CoV-2 se han desarrollado con no pocos incidentes.
Ayer, unas 35.000 personas se manifestaron en Bruselas en contra de las restricciones implantadas para frenar la pandemia, en particular la obligación de presentar el certificado de vacunación para acceder a lugares públicos, en una marcha en la que se produjeron incidentes entre la Policía y los participantes en la protesta. La manifestación, autorizada por el Ayuntamiento de la capital belga, recorrió el centro de la ciudad bajo el lema Juntos por la Libertad, según informó la agencia Belga que recogió Efe.
La Policía hizo un importante despliegue para prevenir altercados como los registrados las dos últimas noches en los vecinos Países Bajos, donde varias decenas de personas fueron detenidas por participar en protestas contra las restricciones que degeneraron en violentos disturbios con varios heridos, incluidos dos por bala.
El repunte de casos en Bélgica, donde la incidencia subió un 19% en la última semana, ha llevado al Gobierno belga a aplicar restricciones, aunque no se han cerrado sectores económicos ni se ha confinado a ciertos colectivos, como en otros países europeos. Las medidas pasan por imponer el teletrabajo obligatorio cuatro días a la semana y ampliar el uso de la mascarilla en el interior de establecimientos y lugares culturales, como restaurantes o cines, aunque para acceder a ellos se haya solicitado el certificado Covid.
Alemania, por su parte, se prepara para la entrada el vigor de nuevas restricciones para hacer frente a la cuarta ola, que golpea con fuerza al país con niveles de incidencia récord y un aumento de la presión hospitalaria. Con respecto a algunas de las medidas que entrarán en vigor la próxima semana hay preocupación por las dificultades de su aplicación. Tal es el ejemplo de la exigencia de que sólo las personas vacunadas, recuperadas o con un test negativo reciente puedan usar el transporte público.
En Portugal, una nueva ola castiga con dureza, que registra el número más alto de contagios y de ingresos hospitalarios de los últimos cinco meses, mientras el Gobierno ultima un paquete de medidas para contener la pandemia en vísperas de Navidad y con un proceso electoral en puertas.
Pese a que el 86% de la población ha sido vacunada, las cifras de contagios e ingresos son las más altas desde julio y el número de pacientes en hospitales se ha duplicado en dos semanas. El Gobierno luso estudia retomar el uso de mascarillas en espacios cerrados, reducir el aforo en locales públicos, exigir test y certificados de vacunación o volver al teletrabajo.