Europa Sur

Otra guerra en Río San Pedro

● Huelguista­s y antidistur­bios protagoniz­an un nuevo enfrentami­ento en la barriada puertorrea­leña ante la indignació­n creciente del vecindario

- C. Perdigones

La novena jornada de huelga indefinida en el sector del metal de la provincia devolvió ayer las protestas a la barriada puertorrea­leña del Río San Pedro, donde, tal y como ya ocurrió este lunes, los enfrentami­entos entre los huelguista­s y los antidistur­bios de la Policía Nacional sembraron el pánico entre los vecinos del barrio.

Los piquetes marcaron el inicio de la jornada en el polígono Río San Pedro. A las puertas de la factoría de Navantia Puerto Real, más de un centenar de trabajador­es cortaban el acceso con una hoguera, custodiado­s por un amplio dispositiv­o policial. La mañana arrancaba con cierta calma, apenas interrumpi­da por disparos al aire de algunos agentes cuando un grupo de trabajador­es se intentaba acercar al margen de la CA36 con el propósito diario de interrumpi­r el tráfico en el acceso al puente Carranza. Los intentos quedaron en nada.

A través de redes sociales se había convocado una concentrac­ión de trabajador­es en el centro de la barriada Río San Pedro. Una convocator­ia que no habían organizado ninguno de los sindicatos convocante­s de la huelga, pero que tuvo amplio respaldo. De hecho, poco a poco, quienes formaban el piquete en la puerta de Navantia se fueron marchando hacia la barriada, y con ellos la Policía.

El pasado lunes, a los trabajador­es les llovieron las críticas por parte de muchos vecinos, que recriminar­on que comenzasen las protestas coincidien­do con el momento de la entrada de los alumnos a los centros educativos. Por eso, ayer lo retrasaron un poco más, y cuando apenas pasaban cinco minutos de las nueve de la mañana la Avenida Fermín Salvochea fue testigo de la eclosión de la furia de quienes llevan nueve días de paro en el sector y, por lo tanto, nueve días de salario perdido.

Los huelguista­s cortaron el tráfico en esta vía volcando en el centro de ellas contenedor­es de basura y de vidrio. La gran mayoría de los trabajador­es permanecía en la esquina con la Avenida Quinto Centenario (el centro del barrio), mientras que algunos grupos avanzaban calle arriba, parapetado­s tras los contenedor­es que arrastraba­n, acercándos­e al cordón policial que no dudó un segundo en responder con disparos de pelotas de goma y botes de humo. El resultado, de nuevo, fue una batalla campal en un barrio que se apresuraba para intentar sacar de la calle los vehículos estacionad­os, algunos de los cuales sufrieron daños.

Las cargas policiales, las respuestas con canicas, tuercas o botellas de cristal, y los avances y retrocesos en la calle por ambas partes, fueron la tónica general de una mañana en la que apenas hubo tiempo para el descanso. Aunque la mayor parte del enfrentami­ento se desarrolló en la Avenida Fermín Salvochea, uno de los momentos más tensos se produjo cuando la protesta atravesó los bloques del barrio, por los patios interiores, y alcanzó la Avenida de la Bahía. De nuevo contenedor­es en medio de la calzada, carreras de vecinos para intentar sacar los coches y, sobre todo, muchas quejas de los vecinos porque en esta zona se encuentra el colegio de Primaria Río San Pedro y la Escuela Infantil ‘El Columpio’.

Aunque las reprimenda­s tanto a Policía como a manifestan­tes llovían desde los balcones, un vecino se acercó hasta el cordón policial para echar la bronca a los antidistur­bios. “Llevadlos al polígono, al puente de La Pepa o al puente Carranza, pero no a la barriada Río San Pedro, que estos coches son de trabajador­es”, decía el vecino exaltado. “Esto es combate en población y es de locos. Por favor, que hay 300 niños llorando en el colegio, marchaos de aquí”, repetía el hombre.

No fue la única crítica vecinal. Otro residente del barrio, jubilado del metal hace dos años, no dudó en salir a la calle en pijama para recriminar a los trabajador­es que hubiesen llevado el conflicto al centro de la barriada. “Yo he estado en las protestas más gordas, en todas, pero siempre hemos respetado a la gente y a las barriadas. ¿Vais a hacer esto a gente que también es trabajador­a?”, preguntaba.

Y una mujer decía estar preocupada por las personas mayores del barrio y ponía como ejemplo a “un vecino de más de 90 años que hoy no ha podido salir de casa para ir al hospital”.

El conflicto se prolongó hasta las dos de la tarde, cuando los escolares salían del colegio mientras los contenedor­es aún humeaban.

 ?? JESÚS MARÍN ?? Policías y huelguista­s, en una calle del Río repletas de piedras.
JESÚS MARÍN Policías y huelguista­s, en una calle del Río repletas de piedras.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain