PP, Vox y Cs se retratan juntos otra vez por la reforma de la ‘ley mordaza’
● Casado y Abascal se comprometen a cambiar la norma por “dejar vendidos” a los agentes
Los líderes del PP y Vox, Pablo Casado y Santiago Abascal, se sumaron ayer a la primera protesta de policías y guardias civiles contra la reforma de la ley de seguridad ciudadana, conocida como la ley mordaza, al considerar que supone “dejar vendidos” a los agentes frente a los delincuentes, por lo que ambos se han comprometido a llegar “hasta el final” para cambiar la norma.
Convocada por la plataforma No a la España insegura, de la que forman parte una treintena de sindicatos policiales de distintos cuerpos y asociaciones de guardias civiles, varios cientos de agentes se concentraron ayer frente a la Delegación del Gobierno de Madrid para mostrar su rechazo contra la modificación que planea el Gobierno de la llamada ley mordaza.
A la concentración de Madrid había convocadas este mediodía protestas en todas las delegaciones del Gobierno-, han acudido dirigentes políticos del PP, Vox y Ciudadanos –emulando la foto de la plaza de Colón de febrero de 2019–, que también asistirán a la manifestación que el próximo sábado se celebrará en Madrid, en esta ocasión convocada por Jupol y Jucil, las organizaciones de Policía Nacional y Guardia Civil más representativas de cada cuerpo y que se han adherido también a la protesta de este miércoles.
“No vamos a tolerar este atropello a la protección de quienes nos protegen, sin seguridad no hay libertad”, proclamó el presidente del PP, Pablo Casado, quien consideró que la reforma que quieren PSOE y Podemos va a dejar a los agentes “vendidos” ante los delincuentes y “sólo beneficia a los socios” de Pedro Sánchez.
Casado reiteró que si se “perpetra” la nueva norma, el PP acudirá al Tribunal Constitucional. “Si no hay resolución antes de que acabe la legislatura, vamos a retrotraer esta reforma cuando ganemos las elecciones”, enfatizó.
En la misma línea, el líder de Vox, Santiago Abascal, dijo que su partido hará “todo lo que sea necesario” para frenar la reforma. “Vamos a estudiar la legalidad constitucional y vamos a ir hasta el final”, prometió.
Cs también se sumó con la presencia de la vicealcadesa de Madrid, Begoña Villacís, y el portavoz en el Congreso, Edmundo Bal, quien acusó al Ejecutivo de impulsar una reforma “sin consenso ni diálogo” con los agentes.