Al borde del abismo
● Un tanto en el tramo final de Messias Júnior le da el triunfo al Milan y obliga al Atlético a ganar en Do Dragao al Oporto para meterse en octavos
Jan Oblak Jugador del Atlético
Es una situación difícil, pero estoy convencido de que el Atlético puede ganar al Oporto”
Ni siquiera la derrota del Oporto en Anfield clarificó el futuro en la Liga de Campeones del Atlético de Madrid, incapaz de jugar a nada ante el Milan, doblegado por 0-1 ante un adversario que creyó más en la victoria, que propuso más para lograrla y que la consiguió en el minuto 87 con el cabezazo certero de Messias Júnior, para descubrir al conjunto rojiblanco una realidad irrebatible de su actual nivel en Europa, con su continuidad en la Champions pendiente de un triunfo indispensable en Do Dragao o de algo más si el conjunto italiano vence al Liverpool.
En el minuto 71, cuando Stefan Savic surgió desde el suelo para repeler el remate de Bakayoko, el Atlético ya sintió con total nitidez el miedo. Cuando el atacante batió a Jan Oblak con un cabezazo cómodo, franco, incontestable, ya comprobó que la Liga de Campeones, sea cual sea el rival, exige mucho más de lo que ofreció el conjunto rojiblanco en el Wanda Metropolitano. Imposible el primer puesto, como los cuatro años anteriores, el segundo aún lo tiene en disputa, más apurado aún que hace un curso cuando se lo jugó en Salzburgo. Ahora competirá por él en la última jornada en Do Dragao. Pero también el Oporto. También el Milan. El equipo italiano entrará en la ecuación si gana al Liverpool. Entones decidiría la diferencia de goles general. El Atlético necesitaba como poco empatar. Ni siquiera lo hizo. No está para desafíos de mucha altura en la Liga de Campeones. De sus últimos 19 duelos, nada más venció seis.
No hubo ni una sola ocasión merecedora de tal expresión hasta el segundo tiempo, hasta el minuto 47, con un tiro de Lemar. Casi la única en todo el duelo del equipo rojiblanco. Antes, lo más cercano fue el remate a los dos minutos de De Paul, invalidado por fuera de juego. Nada más. Sobre todo, porque Savic fue providencial en un corte a un pase amenazante de Brahim, porque un centro chut de éste aparentó más de lo que fue y porque Theo conectó una volea alta en una de sus habituales incursiones ofensivas.
Ni la opción de Lemar cambió la cara al Atlético, rebasado de nuevo por el Milan. El único alivio procedía desde Anfield, por el gol con el que el Liverpool ya ganaba al Oporto, que ponía algo de luz al apagón generalizado que sufría el equipo de Diego Simeone contra un oponente que no había ganado nadie aún en esta edición de la máxima competición europea.
Avisó el Milan cuando Savic se cruzó en el disparo de Bakayoko que apuntaba al 0-1. Era el minuto 71. También una advertencia ya seria, ineludible para el Atlético, con Ibrahimovic ya sobre el terreno, con el naufragio a la vista. Una realidad en el minuto 87 cuando el cabezazo de Messias Júnior lo aproximó al abismo de la eliminación. En Do Dragao se juega los octavos de final.