Salud anunciará nuevas restricciones esta semana para las áreas en el nivel 1
Los comités territoriales se reunirán “posiblemente” mañana para identificar los distritos que han rebasado las cifras correspondientes al nuevo escenario del ‘semáforo’
La gestión de la pandemia sufre un notable cambio de rumbo. En apenas tres días, el Gobierno andaluz ha pasado de descartar el viernes la imposición de restricciones de “movilidad de ciudadanos y económica” a anunciar ayer que “posiblemente” se reúnan esta semana los comités de expertos territoriales para señalar los distritos sanitarios que se han situado en el nivel de alerta 1, después de más de un mes con toda la geografía andaluz en el nivel 0. Esta situación, denominada en el
semáforo de “nueva normalidad” o de “baja circulación del virus”, acarrea la inexistencia de limitaciones de carácter social. No sucede así en el nivel de alerta 1.
La evolución de los indicadores de la pandemia está en ascenso. También en Andalucía, a pesar de que el consejero de Salud, Jesús Aguirre, informara ayer de un leve descenso en el número de hospitalizaciones durante el fin de semana. Habrá que aguardar, en cualquier caso, a la tendencia de los ingresos durante toda la semana para corroborar este hecho, pues es sabido que los datos epidemiológicos notificados los lunes por las administraciones sanitarias, después del fin de semana, suelen sufrir correcciones en los días posteriores. El grado de saturación de los hospitales, más que el nivel de contagios que marca el indicador de la incidencia acumulada, insistió ayer Aguirre, será el que determine mayormente el establecimiento de restricciones que corresponden al nivel de alerta 1.
Bajo el orden social pues que dicte el estado de los hospitales, indicador al que también se refirió el viernes el presidente de la Junta, Juanma Moreno –supeditando la implantación de políticas de restricción a su evolución–, cabe mencionar que son las provincias de Almería y, sobre todo, Huelva y Málaga las que se sitúan en valores más delicados en las hospitalizaciones. Con todo, Aguirre definió la actual “incidencia clínica” de los centros hospitalarios en un estado “menos
malévolo” que en anteriores olas, que es lo que cabe esperarse de la alta proporción de personas vacunadas en Andalucía –un 81% de la población total y un 92% de la población con más de 12 años–, un factor que está condicionado a la llegada de una variante cuyas mutaciones la preparen para resistir la inmunidad provocada por la vacuna o por una infección previa.
Pendientes pues de conocer la calificación colorimétrica del semáforo que resuelvan los expertos
provinciales andaluces, que “posiblemente” se vean mañana, según informó ayer Aguirre, la pandemia sigue ofreciendo incertidumbres y rápidas variaciones de tendencias que obligan a la adopción de políticas, más aún en unas fechas que anteceden las fiestas familiares por excelencia.
Aunque los virólogos e inmunólogos han confiado a lo largo de la pandemia que era poco probable que llegara una supervariante que consiguiera eludir la protección inmunitaria, las primeras observaciones en relación a la variante ómicron –secuenciada ya en casi toda Europa y confirmada ayer en Madrid– está poniendo el foco en la capacidad que pueda mostrar este nuevo espécimen de ser más transmisible, más virulento o más resistente a los sistemas inmunes.
No se esperan novedades sobre estos particulares hasta la semana próxima, aunque los médicos de Sudáfrica informan ya de cambios en la demografía de los ingresos. Es la población de entre los 20 y los 30 años la más afectada, sobre todo la no vacunada.