LA OSCURA ROCA DEL PENSAMIENTO
Aunque el alquiler sólo afecta al 19% de las familias (13% paga precio de mercado y 6% cedido o subvencionado), y en ocasiones puede ser más fácil pagar una hipoteca que una renta, sigue siendo la vía de acceso a la vivienda para personas de bajos ingresos. En este periódico se muestra con frecuencia sensibilidad por el tema, y los estudios del Instituto de Análisis Inmobiliario-Euroval muestran hechos significativos como son: primero, en sólo la tercera parte de las secciones censales de España hay una oferta de más de 10 alquileres, es decir, en el resto prácticamente no hay un mercado. Segundo, los datos de alquileres son muy dispersos, con una media de 975 euros mensuales, mediana de 850, y moda entre 400 y 600 euros, donde está el 21% de la oferta de alquileres. En tercer lugar, comprobamos que los alquileres más altos se corresponden con zonas de rentas más altas y donde hay más oferta de alquiler, es decir, donde hay un mercado, pero la correlación total es pequeña (de 0, 372), lo que refuerza la idea de las disparidades dentro del mercado. Una cuarta idea que surge de lo anterior es que el alquiler no sigue proporcionalmente a la renta familiar, por lo que la mejora y aumento de las rentas familiares es una condición para facilitar el pago del alquiler, pero, claro, depende cómo se distribuya, pues en zonas donde hay un crecimiento económico medio fuerte, por ejemplo, por desarrollo de compañías tecnológicas, los alquileres suben más que la renta mediana.
Podemos añadir algunas ideas; una es que en algunas zonas la oferta de alquileres es escasa, y el alquiler a largo plazo compite con el turístico, por lo que es imprescindible una política pública que cree el marco para un buen mercado profesional, mayorista, a largo plazo, de alquileres, evitando situaciones de dominio del mercado. Por otra parte, en un informe de la “Asociación de propietarios de vivienda en alquiler” (ASVAL) presentado en SIMA, el principal incentivo para minoristas (86%), es la protección legal frente a impagos y retrasos, sin que subvenciones o deducciones tengan relevancia; visto desde otro ángulo, como en cualquier inversión, una reducción del riesgo facilitaría exigir menos rentabilidad, o sea, un alquiler más bajo.
Pensando en la rigidez, falta de aprecio a la claridad de los datos, y empecinamiento con que se abordan los alquileres, encuentro en una historia corta del ganador del Pulitzer, Colson Whitehead, –describiendo la elocuencia simplista y dogmática con que algunos tratan la vacunación, o tantos asuntos de nuestra vida cotidiana–, a un personaje del que dice que era: “Un minero de la oscura roca de sus pensamientos”. Da gusto ver cómo un buen escritor sabe, en una frase tan corta, combinar la dureza con la oscuridad de los razonamientos, de los que a veces tratamos de extraer no se sabe qué.