Sierra de la Plata: un continente del Arte Sureño en riesgo
Urge un programa estratégico que fomente las inversiones y el desarrollo de este legado milenario como una de las industrias culturales más rentables entre el Estrecho y la Janda
La pequeña sierra de la Plata, ubicada en el extremo sur peninsular y enclavada entre las ensenadas de Bolonia y de Barbate, se configura como una auténtica “isla ecológica” al encontrarse delimitada al sur por las aguas del Estrecho de Gibraltar y al norte por la depresión tectónica de la Janda.
Esta especial ubicación, junto a la belleza y la diversidad de los nichos ecológicos que ofrece este ecosistema –calas, playas, acantilados, complejos dunares, campiñas, parajes agrestes, bosque alcornocal, formaciones geológicas– son algunas de las características que justifican que sea precisamente en los tafonis de esta sierra litoral, donde se encuentra la mejor muestra de Arte Sureño de la provincia y donde se concentra el mayor número de abrigos del periodo paleolítico de la comunidad andaluza.
Los sucesivos pobladores de la sierra de la Plata fueron acumulando en estos pintorescos yacimientos al aire libre un rico testimonio gráfico de amplio espectro cronológico, que abarca desde las sociedades cazadoras del Paleolítico hasta las sociedades productoras del Neolítico y el Calcolítico. Este tesoro del Arte Sureño supone un recorrido completo por la prehistoria europea, por lo que deberíamos tratar a la totalidad de la sierra de la Plata como uno de los mayores y más completos yacimientos arqueológicos de Europa. El hilo conductor de esta riqueza patrimonial y natural es el propio paisaje donde se integran los abrigos, por lo que la conservación global de la sierra de la Plata es la mejor garantía para el mantenimiento de las frágiles estructuras labradas en la arenisca y para el desarrollo de su potencial turístico.
Desde los años 90, los transcendentes y constantes descubrimientos del investigador Lothar Bergmann en la sierra de la Plata han elevado a cincuenta abrigos pintados los yacimientos
Se trata de uno de los mayores y más completos yacimientos arqueológicos de Europa
rupestres de este paisaje cultural. Los más antiguos presentan una compleja secuencia gráfica que arranca en el paleolítico con abrigos como el Moro, el Caminante, el Realillo I, la Atlanterra o la Jara I y II, abrigos que están caracterizados por la presencia de fauna pleistocénica, mientras que el grueso del conjunto de sierra de la Plata presenta murales estrictamente postpaleolíticos, donde destacan yacimientos como los Alemanes I, el Sol I, el Arroyo, el Cancho I o la Roca del Almarchal, que están caracterizados por la presencia de signos y esquematizaciones de la figura humana.
La degradación que está sufriendo este producto identitario no solo está derivado de la falta de conocimiento de las primitivas culturas que se sucedieron en nuestra región, sino de la fragmentación y transformación del propio medio físico en el que estas comunidades construyeron su espacio cultural.
Esta realidad se hace plenamente evidente en el litoral comprendido entre el cabo de Gracia y el cabo de la Plata, donde la expansión urbanística ha terminado por desfigurar uno de los entornos medioambientales y patrimoniales más impresionantes de la sierra de la Plata.
La administración andaluza, con la creación en 2003 del Parque natural del Estrecho, lejos de acotar esta grave anomalía urbanística y blindar la integridad que representa la sierra de la Plata, ha seguido dando licencias de obra sobre el mismo af loramiento rocoso donde se encuentra el conjunto paleolítico del cabo de Plata, por lo que en la actualidad continúa la degradación de sus yacimientos rupestres y la transformación radical del paisaje costero que caracterizaba este hábitat prehistórico que es BIC declarado desde 1985.
Este despropósito que ha sido y es la urbanización Atlanterra para la transformación del litoral y la pérdida irracional del Arte Sureño, puede agravarse drásticamente con los nuevos proyectos que amenazan el difuso flanco occidental del parque del Estrecho. Un modelo urbanístico desfasado e insostenible que, de aprobarse, provocará que el paisaje costero de la sierra de la Plata quede definitivamente vinculado a la especulación, los campos de golf y a las megaurbanizaciones, además de agravar el abastecimiento de unos servicios mínimos que ya están comprometidos con las viviendas actuales.
A la nefasta evolución y catalogación del Arte Sureño en el litoral de la sierra de la Plata, hay que sumarle la falta de seguimiento y vulnerabilidad del resto de yacimientos rupestres descubiertos por Bergmann en el interior de la sierra. En este sentido hay que destacar la preocupante situación del abrigo del Sol, tanto por lo precario de su entorno alcornocal, como por las visitas masivas que se vienen sucediendo desde 2017 a raíz de un estudio publicado en el que aparecía su ubicación, la apertura de grandes pistas para el control errático del bosque eucaliptar, que se encuentra consolidado por buena parte de la ladera oriental de la sierra y que daba protección contra el levante a conjuntos rupestres, como el del arroyo del Helechar, o los graves incendios y los descorches que se suceden en un paisaje rupestre de incalculable valor como es el arroyo del Moro.
No podemos olvidar la falta de infraestructuras que faciliten el acceso a abrigos como el Moro o la Atlanterra, que cuentan desde su descubrimiento con el más alto reconocimiento científico y social, ni la reciente apertura de una pista que une la urbanización Atlanterra con la aldea del Almarchal a través de un monte con regeneración natural del alcornocal que alberga yacimientos como los Alemanes y que servía de frontera natural entre las urbanizaciones y el propio parque del Estrecho. Tampoco debe pasar desapercibido el desarrollo de deportes de aventura como la escalada, el búlder o el senderismo, que interaccionan directamente con estos bienes culturales que no se están gestionando dentro de lo que debería ser un parque cultural.
La situación de estos abrigos mencionados son muestras evidentes de la falta de valoración histórica y económica de este legado milenario dentro de los planes de desarrollo del parque del Estrecho. Una situación que, dada la excepcional titularidad pública de estos bienes, nos obliga como sociedad a exigir que este continente que representa la sierra de la Plata para el conocimiento de la prehistoria del Estrecho de Gibraltar, cuente con algún programa estratégico que fomente las inversiones y el desarrollo del Arte Sureño como uno de las industrias culturales más rentables y que mejor podría identificarse con esta región del extremo sur peninsular.
La degradación se da por la falta de conocimiento y la transformación del propio medio físico
Nuevos proyectos en el parque del Estrecho pueden agravar más la pérdida de este legado