Luz verde a la vacuna para niños de 5 a 11 años
● Más de tres millones de menores podrán recibir desde el próximo miércoles el preparado de Pfizer
A diferencia de los adultos, entre los dos pinchazos habrá un plazo de ocho semanas
La campaña de la vacunación infantil arrancará el próximo miércoles con los niños de 5 a 11 años, que recibirán su primera dosis de Pfizer en colegios, vacunódromos, centros de salud y hospitales, según decida la comunidad autónoma, a la que seguirá una segunda separada por un intervalo de ocho semanas. La Comisión de Salud Pública y las comunidades dio luz verde ayer a la vacunación de los más 3,2 millones de niños de esa franja de edad, la que mayor tasa de incidencia de contagios presenta actualmente -que supera los 400 casos por cada 100.000 habitantes– para “disminuir la carga de enfermedad de este colectivo y la transmisión en el entorno familiar, en los centros educativos y en la comunidad”.
En la decisión de los directores generales del Ministerio y las comunidades ha pesado la importancia de proteger a los pequeños “no sólo de la enfermedad en su faceta aguda, sino también ante posibles afecciones a futuro y frente al síndrome de covid persistente”, informó el Ministerio de Sanidad. La de Pfizer es por ahora la única vacuna pediátrica autorizada por la Agencia Europea del Medicamento
(EMA), que tiene previsto pronunciarse sobre la de Moderna este mismo mes, y está regulada sólo para niños de 5 a 11 años, ya que por debajo de esa edad los estudios siguen en marcha.
El primer envío llegará a España el 13 de diciembre y constará de 1,3 millones de dosis, a las que se sumarán otros dos millones en enero; Sanidad procederá a repartirlas de forma equitativa a las comunidades en función de la población diana y serán ellas las que establezcan “la modalidad” en la que se procederá a su inoculación, según señaló desde Bruselas la ministra, Carolina Darias.
Fuentes de su departamento señalaron que, como recomendación general, la estrategia aconseja iniciar con los niños con inmunodepresión y otras vulnerabilidades para después priorizar en función de su edad, empezando por los más mayores, pero se deja la puerta abierta a las autonomías para que la apliquen en función de sus características.
La vacuna infantil se dispensará en viales diferentes a los utilizados para la población adulta; la fórmula para niños no requiere de disolución y recibirán un tercio de la dosis que se le da a los adultos.
Además, a diferencia de ellos, los dos pinchazos no estarán separadas por 21 días, sino por 8 semanas, de acuerdo a lo que ha pactado la Comisión a propuesta de los expertos de la Ponencia de Vacunas, que estiman que ello contribuye a incrementar la respuesta inmune y a tener vacunados a todos los menores entre 5 y 11 años en un corto espacio de tiempo con al menos una dosis.
La propuesta “se fundamenta en la evidencia desarrollada en el Reino Unido, que ha puesto en marcha esta pauta” en adolescentes, y también en la logística, porque este intervalo “no se traduciría en una dificultad para seguir el proceso de vacunación” en aquellas comunidades que opten por vacunar a sus menores en los centros educativos, dijo el presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García Rojas.
Algunas comunidades ya han anticipado cuál será su estrategia. Andalucía arrancará su campaña pediátrica “preferentemente a nivel de los centros de salud”, en horario de mañana y tarde y durante los sábados, a partir de la recepción de las primeras 260.000 dosis, avanzó ya la semana pasada.
La portavoz del Govern, Patricia Plaja, anunció que Cataluña empezará por los de 11 años, aunque no pudo precisar la logística de esta campaña, que será voluntaria. Madrid optará por la autocita en la red de vacunación de los hospitales.
El Gobierno confía en que la campaña que está a punto de empezar sirva para “sostener la incidencia” sin necesidad de imponer más restricciones de cara a la Navidad: vacunación y prevención con mascarilla o distancia, reiteró la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, son las armas para luchar contra el virus sin tener que acudir a otras fórmulas que “pudieran coartar a sectores económicos”.