La Junta adquiere en subasta un lienzo de Alonso Cano para el Bellas Artes
● La obra, comprada por 136.000 libras en la subasta londinense de Sotheby’s, representa a Santa María Magdalena de Pazzi y es una pieza esencial de la etapa sevillana del pintor
Alonso Cano (Granada, 1601-ibídem, 1667) es uno de los pintores esenciales del primer Barroco sevillano que encabezaron Velázquez y Zurbarán. Sin embargo, dentro de su trayectoria, el período hispalense, que abarca desde 1615 a 1638, es el menos representado actualmente porque se conservan muy pocas obras en su ubicación original, como ocurre con la Virgen de Belén de la Catedral de Sevilla.
La gran mayoría de sus conjuntos sevillanos fueron expoliados y desmembrados por las tropas francesas, por lo que actualmente muchas de las pinturas están desaparecidas o conservadas en museos extranjeros como el Museo del Louvre o la Wallace Collection. De ahí la importancia de la adquisición que la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico ha llevado a cabo para engrosar los fondos del Bellas Artes sevillano: la compra, en la casa de subastas Sotheby’s de Londres, de Santa María Magdalena de Pazzi, una excepcional obra ejecutada por Alonso Cano hacia 1628 que posiblemente formó parte del conjunto que el pintor realizó para el retablo sobre la pasión de Cristo ubicado en el convento carmelita de san Alberto de la capital andaluza. A ese conjunto pertenecieron también la Aparición de Cristo crucificado a santa Teresa de Jesús yla Aparición de Cristo resucitado a santa Teresa de Jesús, que hoy forman parte de la colección del Museo Nacional del Prado. El otro gran conjunto realizado en sus inicios sevillanos por Alonso Cano son las pinturas para el retablo de san Juan evangelista del monasterio de santa Paula (que actualmente nutren colecciones de museos de Francia y Reino Unido).
El lienzo adquirido, según los informes aportados por los conservadores del Museo de Bellas Artes de Sevilla, es “de excepcional calidad y constituye un magnifico ejemplo de la obra sevillana del artista en la que se combina el potente naturalismo de la figura y la exquisita espiritualidad que Cano transmite con sus pinturas”. En Santa María Magdalena de Pazzi Alonso Cano alcanza una sencilla monumentalidad, “equiparable a la de las grandes obras de su contemporáneo Francisco de Zurbarán”, añaden.
Para la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, “la recuperación de este lienzo es una noticia feliz para el patrimonio público andaluz, dada su extraordinaria singularidad, al ser una de las escasas pinturas de Alonso Cano que se conservaban fuera de España en manos privadas”. La compra se realizó por 136.000 libras (impuestos incluidos) en la subasta de Sotheby’s, lo que es una cantidad inferior a otros precios en los que se han rematado obras de este artista en los últimos años. Así, el Museo Nacional del Prado adquirió recientemente a una colección privada española la pintura Juno, una obra excepcional del período madrileño, por 270.000 euros.
Santa María Magdalena de Pazzi, según añadió Del Pozo, es una pieza “especialmente atractiva para mejorar la colección de la pintura sevillana de las primeras décadas del siglo XVII del Bellas Artes hispalense”, que sólo conserva dos obras de Cano: San Francisco de Borja y Ánimas del purgatorio. “Es la primera vez que se incorpora una obra de este artista a la colección del Museo desde su creación en 1835”, recalcó la consejera.
El lienzo representa a María Magdalena de Pazzi (Florencia, 1566-1607), santa carmelita florentina famosa por su misticismo que, tras su muerte, gozó de amplia devoción gracias a los milagros atribuidos a su intersección, lo que animó a la orden carmelita a promover su canonización con rapidez. El lienzo fue pintado por Cano en el momento inmediatamente posterior a su beatificación, ocurrida en 1626. Representada con hábito carmelita, porta atributos relacionados con Cristo que suelen identificarla: la lanza de Longinos, la caña con el hisopo o los tres clavos. Característica de su iconografía es también la corona de espinas para simbolizar que la santa carmelita alcanzó la santidad con las vivencias místicas de la cruz.
La obra fue dada a conocer en 1998, cuando apareció en el comercio de arte, aunque con la denominación de Santa Teresa ,y fue incluida en la antológica celebrada en Granada en 2001 con motivo del cuarto centenario de Alonso Cano. El profesor Benito Navarrete, en el catálogo de esta exposición, destacó que el cuadro era “un ejemplo soberbio de ese naturalismo tan aferrado a modelos velazqueños y zurbaranescos que el pintor granadino practica también en sus primeros años”, como ocurre también con la Visión de Jerusalén de Alonso Cano que conserva en Londres, tras ser expoliada en Sevilla, la Wallace Collection de Londres.
El museo sevillano sólo tenía dos obras de Cano: ‘San Francisco de Borja’ y ‘Animas del purgatorio’