“No podemos tener un camarero en cada puerta”
Los hosteleros gaditanos aceptan el pasaporte Covid como medida de seguridad pero critican la incertidumbre en la que se encuentran al no tener un procedimiento claro para su aplicación
Los hosteleros de Cádiz se preparan para exigir el pasaporte Covid-19 a sus clientes con división de opiniones. Pese a que la mayoría se muestra partidario de esta medida como alternativa a otras más restrictivas, algunos la asumen de manera crítica. Es el caso de Dani Gallardo, propietario del Rollin’Rock, un bar con música del centro histórico de Cádiz que fue pionero en implantar todas las medidas preventivas frente al coronavirus que se fueron imponiendo en las distintas fases de la pandemia.
“Claro que estamos ya preparados y a la espera de ver en qué términos se establece en el BOJA. Hace tiempo que vemos que se está buscando la manera legal de implantar el pasaporte Covid como en otros muchos países de Europa”, comenta a este periódico. Pero, ¿es partidario de esta medida? “Yo estoy obligado a cumplir la ley. Ahora bien, no creo que en España, con un altísimo nivel de vacunación del 90%, el problema sean los no vacunados, que son una minoría. En Europa las cifras son inferiores y en países en desarrollo, infinitamente menores. Así que o se liberan las patentes de las vacunas y se empieza a distribuir masivamente o esto será otro parche. Pero insisto en que yo estoy obligado a cumplir la ley”.
Dani Gallardo está convencido de que la exigencia del pasaporte Covid le va a dar más trabajo, sobre todo los fines de semana, pero que con sus dos compañeros ya fuera de ERTE lograrán manejarse bien. “Habrá que estar más pendiente en la puerta y en el conjunto del local. Y a quien no quiera presentar el pasaporte, darle la oportunidad de interponer una queja o reclamación y de recurrir a la autoridad competente, que entiendo que será la Policía Local, para que dirima el problema in situ. Eso puede generar conflictos. Pero es a lo que me obligará la ley”.
Este hostelero confiesa que cuando se comenzó a hablar del pasaporte Covid estaba a favor de su implantación como medida alternativa a las duras restricciones de horarios y aforos que tuvo que sufrir, pero ahora no es partidario de su exigencia “porque se coartan derechos fundamentales como el de reunión”. “Comprendo los motivos por los que se implanta, pero me asusta pensar que en un futuro se pueda exigir por otros motivos. Pero es a lo que me obligará la ley, a través de la Junta de Andalucía y con el respaldo del TSJA”, añade.
Respecto a la protección de los datos personales, Gallardo explica que habrá que ver en qué términos se establece en el BOJA, aunque entiende que la aplicación que lee el código QR no los almacena, pero que tampoco tendrá que exigir el pasaporte Covid por segunda vez a quienes le conste que tienen las dos dosis. En el caso de quienes presenten una PCR negativa en las últimas 72 horas, sí tendrá que hacerlo, por cada entrada en el establecimiento.
En Puerto Real, la más que posible implantación del pasaporte
Covid no está sentando bien a los hosteleros. Pedro Marchan, gerente del conocido bar El Calvo, tiene muchas dudas. “No podemos tener un camarero/policía en cada puerta”, dice. El hostelero cree que en bares de mucho trasiego va a ser muy complicado. “Si se implanta va a ser una locura y vamos a tener que tener a una persona dedicada a eso en exclusiva y no sé si vamos a poder soportarlo”, dice.
En la misma línea está Conchi Moreno, del céntrico Bar Arca – Casa Ramón. “Por un lado lo veo bien, por la seguridad de todos, pero creo que es muy poco operativo. Esto es un bar en el que entra mucha gente para los desayunos. Clientes que entran cinco minutos, se toman un café y se van”, explica. Cree que quizás sea más sencillo en restaurantes en los que los clientes entran a la hora de la comida y la cena y están mucho tiempo en ellos, pero no para bares en los que, como en el suyo, en tiempo de consumición es muy bajo. “Para pedirle el pasaporte Covid a todo el que entra necesito un camarero en la puerta sólo para eso”, dice. Además, señala que “en nuestro bar hay cuatro puertas, que las tengo que tener abiertas para el tema de la ventilación. ¿Pongo a una persona en cada una de ellas?”, se pregunta.
Dani Gallardo Hostelero
Tengo que cumplir la ley, pero no soy partidario del pasaporte Covid”
Francisco J. Gómez Real Hostelero
Cualquier medida es mejor que llegar al extremo del cierre, como ya nos pasó”
MÁS SEGURIDAD
En cambio, Alfonso Mayor García de Londoño, gerente del Bodegón Andalucía de San Fernando y responsable de la sección de hostelería de la asociación de comerciantes de la Isla (Acosafe), considera la medida correcta porque servirá para que “la clientela se sienta más segura, sobre todo en los interiores”. Algunos compañeros, eso sí, han mostrado su preocupación “porque les restaría tiempo”. “Pedir el pasaporte y comprobarlo, se suma a la limpieza extraordinaria por el covid y al control de las distancias de seguridad”, explica. “Asihtur acepta el uso de este documento para evitar nuevas restricciones. Este certificado contribuye a disminuir el riesgo de contagio en cualquier establecimiento y aporta mayor seguridad a la clientela y a los equipos de trabajo de estos locales”, comenta, por su parte, el presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de San Fernando (Asihtur), Antonio V. Páez. En su caso, la entrada en vigor de este documento genera incertidumbre sobre el proceder que tienen que seguir los trabajadores. “A día de hoy a los hosteleros nos falta información y herramientas para llevar a cabo esta medida. Se nos plantean dudas respecto a cómo solicitar a la clientela este certificado y sobre cómo debemos actuar en caso de negativa de una persona a mostrarlo. Creemos que hará falta mayor concreción por parte de la Junta de Andalucía y una mayor colaboración y vigilancia por parte de las administraciones”, señala Páez.
DUDAS SOBRE SU EFICACIA
Los empresarios de El Puerto de Santa María se dividen entre quienes no lo ven nada claro y quienes prefieren este requisito a medidas más taxativas como la restricción de horarios y aforos o en última instancia, el cierre de los locales. De esta última opinión es, por ejemplo, Francisco José Gómez Real, propietario del bar La DragaLa Herrería, que ha viajado recientemente a París y ha comprobado
cómo allí el uso del pasaporte Covid está a la orden del día. “La verdad es que estaba muy bien organizado, mediante una aplicación que leía los datos del pasaporte y posteriormente servía además para avisar de los posibles contagios y proceder a su rastreo”.
Para Francis “cualquier medida es mejor que tener que llegar al extremo del cierre, como ya nos ocurrió una vez, y si estamos viendo que la incidencia del virus aument lo mejor es tomar medidas lo antes posible”. Este conocido hostelero sabe bien de lo que habla, ya que tuvo que tener su bar cerrado durante cinco meses, primero por el confinamiento y después por haber estado hospitalizado durante varias semanas a causa de la enfermedad. Por lo que respecta a las reservas navideñas. a pesar de las advertencias de las autoridades sanitarias y el aumento de casos en las últimas semanas Gómez Real afirma que en la mayoría de los casos las cenas y comidas de empresas y grupos de amigos se están manteniendo, aunque sí se le ha caído una de estas reservas para 18 personas, precisamente de un grupo de sanitarios.
Más escéptico se muestra Carlos, el propietario del Soho –un bar de copas de la calle Jesús de los Milagros de El Puerto–. Este empresario cree que ni esta medida ni otras como la obligación del uso de la mascarilla servirán de nada si no se controlan por parte de las autoridades, y añade que sólo servirán para añadir aún más carga a los propietarios de los establecimientos. En su caso cree que sería necesario contratar a una persona únicamente para controlar el uso del pasaporte, además de tener que contar con personal de seguridad porque como dice “la gente con las copas puede llegar a tener un punto violento”. Y es que aunque el uso del pasaporte sería en el interior de los locales, la calle en la que se encuentra el pub de Carlos se encuentra cada fin de semana abarrotada de jóvenes sin mascarilla y sin guardar la distancia de seguridad, sin ningún tipo de vigilancia por parte de las autoridades competentes, por lo que en este caso resultaría quizás algo inútil pedir el pasaporte en el interior de los locales cuando la calle está atestada y sin ningún control.
RECELO EN CHICLANA
El sector de la hostelería en Chiclana también mira con recelo la medida. El presidente de la Asociación Chiclanera de Hostelería, Vittorio Canu, se muestra incrédulo ante los efectos y la utilidad. “Aunque tenemos que reconocer que pedir el pasaporte Covid ofrece más seguridad y tranquilidad a los hosteleros y clientes, dudo mucho que esta medida vaya a tener una repercusión real, ya que no hay controles para que se lleve a cabo con garantías ni la gente está concienciada de ello en un momento en el que cuesta incluso trabajo que se mantengan con mascarillas dentro de los locales”, apunta.
Asimismo, Canu recuerda que “si no hay una verdadera actuación de la administración que obligue al cumplimiento de estas restricciones no se va a llevar a cabo, entre otras cosas porque nosotros no podemos hacer también de policías para garantizar el cumplimiento de las mismas”. Por otra parte, desde la citada asociación también se lamenta que en muchas ocasiones los hosteleros se ven expuestos a las amenazas y las quejas de clientes que se niegan a cumplir con determinadas restricciones por la falta de claridad y la indeterminación de algunas medidas, “algo que lo único que consigue es perjudicar al establecimiento que intenta cumplir con las normas”, explica Vitorio Canu.
Desde el restaurante La Cobijá, en la zona de la playa, se argumenta que “haremos lo que nos traslade la asesoría que nos gestiona estas cuestiones, aunque entendemos que supondrá más incomodidades para los clientes y los negocios a las horas de llegada a los establecimientos, unas molestias que muchas personas no están dispuestas a soportar porque actualmente no se es consciente de esta necesidad ante la ausencia prácticamente total de restricciones en el día a día”.
En la tasca El 22, en pleno centro de la ciudad, reconocen que en estos momentos el desconocimiento es total, además de coincidir con otros hosteleros en que “la solución no puede ser que tengamos que hacer de policías para exigir una medida muy difícil de cumplir en algunos establecimientos como los bares, en los que los clientes entran y salen a veces para unos minutos y resulta prácticamente imposible llevar un control”. Asimismo, insisten en que ya es complicado exigir a muchas personas la mascarilla en un momento en el que las restricciones brillan por su ausencia, mucho más una medida como la que ahora se está planteando.
En Olvera, una localidad con baja incidencia del Covid en estos momentos, ven correcta la medida, como apunta Eduardo Pérez, dueño del Gastrobar la Estación de la Vía Verde en Olvera y El Corral de la Pacheca. “Prefiero la implantación del pasaporte Covid en la hostelería que restricciones en horarios o aforos. Al final todo el mundo se adapta. Se me viene al caso cuando se implantó la medida de no fumar en interiores. Al principio, más de uno se puso las manos a la cabeza y hoy nadie se acuerda porque es algo que se ha asumido”, dice.
Desde este verano, Olvera cuenta también con otro establecimiento que abrió sus puertas cuando había ya restricciones de aforo. Se trata de la taberna la Tarara, ubicada en la plaza de Andalucía, donde Gaby Medina y su socio Juan Antonio, dejaron Madrid para montar un restaurante de cocina tradicional actualizada. “El pasaporte sería una buena medida para controlar el Covid porque se ha demostrado que con la vacuna se ha disminuido la incidencia del virus. Ojalá me llamen pronto para administrarme la tercera vacuna. No estamos por discriminar a los no vacunados, pero se ha demostrado que las vacunas son una buena medida para frenar la pandemia”, confiesa Gaby, que ve con buenos ojos lo del pasaporte para la hostelería. “Es preferible eso a tener que cerrar o bajar el aforo en los establecimientos, de pasar al 100% actual a volver al 50%. Con ello estaremos dando una seguridad al cliente”, sostiene.