Santander pierde el juicio contra Andrea Orcel y tendrá que pagarle 68 millones
La condena, que recurrirá, incluye una indemnización de 10 millones por daño moral y reputacional
El Banco Santander tendrá que indemnizar con 68 millones de euros al banquero italiano Andrea Orcel por frustrar “de forma unilateral” su nombramiento como consejero delegado de la entidad, a pesar de que existía un contrato “válido y perfecto”, según ha dictaminado un juzgado de Madrid.
La sentencia, de 22 páginas, da la razón al ahora “número dos” de Unicredit y pone un punto y aparte a un litigio que comenzó en el verano de 2019, cuando Orcel demandó por estos hechos al Santander, que recurrirá por estar en total desacuerdo.
El italiano acusaba al banco de incumplir un contrato que la entidad, sin embargo, no reconocía al estar condicionado a varios requisitos que, posteriormente, no se incumplieron; además, en su respuesta, aseguraba que el banquero grabó sin consentimiento conversaciones privadas. Más de dos años después, el juzgado de Primera Instancia número 46 de Madrid estima la demanda de Orcel, que poco antes del juicio rebajó la cantidad inicial solicitada, 112 millones de euros, y renunció a ser nombrado CEO del banco.
En el veredicto, fechado el 9 de diciembre pero conocido este viernes, el magistrado se detiene, en primer lugar, en la polémica “carta-oferta” firmada por Orcel y el Santander, y afirma que “constituye un contrato válido y perfecto” en tanto que contiene “oferta de una parte, aceptación de otra” y el consentimiento de ambas.
En este punto, se hace eco de las declaraciones “especialmente elocuentes” de la presidenta del banco, Ana Botín, en redes sociales.
El juez recoge publicaciones en las que Botín anunciaba el nombramiento de Orcel como consejero delegado “con efectos a partir de comienzos de 2019”, e incluso una entrevista en un medio especializado en la que alababa al banquero por su gestión “entre diferentes culturas” y su experiencia.
A raíz de estas palabras, el titular del juzgado considera que lo suscrito entre el italiano y el Santander fue un contrato perfectamente válido, y entra a profundizar en las causas por las que finalmente no se culminó el fichaje.
Por ello, el juez determina que el Santander resolvió “de manera unilateral e injustificada” el contrato. El fallo obliga al banco a desembolsar 67,8 millones de euros:35 millones de los incentivos a largo plazo; 17 millones por el bonus de incorporación; 10 millones por daños morales y reputacionales y 5,8 millones, por dos anualidades de salario de Orcel.