DINAMISMO DEL CONSUMO EN LA EUROZONA

LA última lectura del PIB de la Eurozona ha confirmado el dinamismo de la recuperación hasta el tercer trimestre, apoyada en el avance del proceso de vacunación y en la progresiva reapertura de las actividades de consumo social en sus Estados miembros. En concreto, el repunte de la producción respecto al trimestre anterior se mantuvo estable en un 2,2%, al igual que entre los meses de abril y junio. Una senda que contrastó con la de la economía estadounidense al moderarse su ritmo de avance del PIB a un 0,5% trimestral por el impacto de la expansión de la variante delta.

En esta coyuntura, la zona monetaria europea registró un incremento del PIB de un 3,9% interanual, situándose el nivel de producción un 0,3% por debajo de sus registros a finales de 2019. Unos datos que han reflejado también que el consumo de los hogares impulsó el crecimiento en la Eurozona. En concreto, aumentó un 4,1% trimestral principalmente por la mejora de la situación epidemiológica y del sentimiento económico, la recuperación del empleo, el ahorro embalsado y el periodo estival.

Todo ello en un entorno en el que este trimestre ha comenzado registrando un nuevo avance de las ventas minoristas en la Eurozona de un 1,4% mensual. No obstante, el dinamismo del consumo privado podría verse lastrado a corto plazo por el deterioro de la situación epidemiológica en Europa y la reintroducción de medidas de distanciamiento social y restricciones a la movilidad internacional. Una combinación de factores que, unido al significativo repunte de la inflación, están condicionando a la baja la confianza de los consumidores en la Eurozona.