Linarejos se prepara para recibir a su ídolo Romerito con una ovación
Los locales llegan después de cuatro triunfos y con un ojo puesto en su duelo copero del próximo martes
Linarejos se prepara hoy para recibir con especial cariño al entrenador de la Real Balompédica Linense, Antonio Ruiz Romerito, querido especialmente por la hinchada porque participó como futbolista de la era dorada del desaparecido Linares CF (20052008), en el que tuvo especial relevancia. Otro que, juegue o no, será recibido con los brazos abiertos será el central Fran Morante, que el curso pasado ayudó a los azulinos a acariciar el ascenso a Segunda.
Los locales, que vienen de engarzar cuatro triunfos ligueros consecutivos y de superar en los penaltis la eliminatoria de Copa con el Nàstic, afrontan el primero de los tres duelos consecutivos en casa (dos de Liga y el del martes copero con el Alavés) con los que terminan el año, un periodo que aspiran a que termine de darle el espaldarazo definitivo.
El Linares Deportivo –heredero desde 2009 del extinto Linares CF– vivió una catarsis tras la destitución en la cuarta jornada de Alejandro Sandroni y el regreso al banquillo de Alberto González, que el curso pasado llevó al equipo a los pies de la Segunda. Los jiennenses tardaron en arrancar, pero en las cuatro últimas jornadas van de triunfo en triunfo y el éxito copero ha terminado de disparar la euforia en una ciudad especialmente futbolera.
En su plantilla destaca el exbalono Hugo Díaz, autor de dos goles en lo que va de competición y alguna que otra cara conocida como la de Lolo Guerrero (ex de la UD Los Barrios).
Los locales afrontan el duelo con las bajas de Marc Castells y Víctor Fenoll, recuperan a Andriu y de alguna manera también a Fede Oliveira y Cañete, que la semana pasada entraron en la convocatoria, pero no jugaron.
El once tiene mucho de impresivisible, por cuanto el técnico no ha desvelado si realizará rotaciones pensando en el partido copero del martes con el Alavés.
Alberto González se confiesa “ilusionado” con la posibilidad de prolongar la buena racha de su equipo, aunque instó al vestuario y al entorno a “no lanzar las campanas al vuelo”.
González cree que la abultada derrota de su rival en Andorra fue “un accidente”. “Se les juntaron algunas bajas, la nieve se les atragantó porque no están habituados a ese clima y fue un partido de los que hay que eliminar y quedarse con lo demás. En el resto del curso son un gran equipo que está haciendo las cosas muy bien, tienen mucha chispa arriba con un buen delantero y son muy competitivos”, dice.
“La Balona es un equipo sólido y muy serio y que aprovecha las ocasiones y que encima no corre riesgos”, apostilla.