Sólo uno de cada seis trabajadores tiene en su convenio cláusula de garantía salarial
La medida permite revisar el sueldo al alza cada año en función de la inflación para no perder poder adquisitivo Ésta desapareció de la mayoría de los acuerdos colectivos en los últimos años
Sólo uno de cada seis trabajadores amparados por un convenio colectivo tiene una cláusula de garantía salarial que permite que su sueldo sea revisado al alza cada año en función de la inf lación para que no pierda poder adquisitivo, protección que se concentra en convenios de empresa del sector industrial.
El incremento salarial de alrededor del 5% –dependiendo de cómo cierre el IPC el año– que Mercadona va a aplicar a todos sus trabajadores para que no pierdan poder adquisitivo por la elevada inf lación ha puesto de actualidad que la garantía salarial es una rareza que ha desaparecido de la mayoría de los convenios colectivos durante los últimos años.
Según el Ministerio de Trabajo, la cláusula de garantía salarial cubre a 1,23 millones de trabajadores amparados por 457 convenios colectivos, el 16,5% de total de los registrados y con efectos económicos hasta noviembre.
En total, de enero a noviembre de este año se registraron 2.757 convenios colectivos con efectos económicos en 2021, que afectan a 7,3 millones de trabajadores, datos que contrastan con los registrados a comienzos del siglo XXI.
En el año 2000 casi la mitad de los 5.252 convenios colectivos que había (2.311) contaban con una cláusula de salvaguarda, que beneficiaba a 6 millones de trabajadores de los más de 9 que había amparados.
Las cifras son parecidas en los siguientes años, hasta que la crisis financiera de 2008 provocó congelaciones y rebajas salariales que propiciaron la extinción de las cláusulas de garantía.
Hasta noviembre de 2021 la subida salarial media aplicada en los convenios con efectos económicos de este años se situó en el 1,5%, mientras que la inflación media de estos 11 primeros meses del año rozó el 2,8%.
Un informe elaborado por CCOO exponía cómo la práctica totalidad de los trabajadores protegidos por convenio han tenido subidas por debajo de la inflación actual: el 25,6% tiene pactados incrementos de entre el 0 y el 1% para 2021; el 34,6%, de entre el 1 y el 1,5%; el 28,7%, de entre el 1,5 y el 2,5%, y sólo el 11,1% ha firmado incrementos salariales por encima del 2,5%.
“El repunte de la inflación en 2021 perjudicará en mayor medida a los sectores más precarios y vulnerables”, señala el informe.
La mayoría de los convenios con cláusula de garantía son de empresa (337), pero sólo afectan a 71.071 trabajadores, repartidos entre compañías industriales (48.197) y de servicios (21.516).
El resto (120) son convenios sectoriales que, no obstante, amparan a casi 1,2 millones de empleados repartidos también en los ámbitos industriales (730.430) y de los servicios (395.802).
El último Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) 2018-2020 recogía una subida del 2%, más un punto adicional voluntario, pero incluía como una mera recomendación la inclusión de una cláusula de garantía salarial y sin ligarla al IPC. Tras un año con el AENC caducado, los sindicatos han convocado esta semana una concentración ante la sede de la patronal CEOE para exigir que se siente a negociar un nuevo acuerdo que recoja subidas salariales por encima de las que se están aplicando y, probablemente, que se incluya de nuevo la cláusula de salvaguarda.
Desde hace meses, y con la inflación al alza, los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, llevan reclamando subidas salariales en España recordando la pérdida de poder adquisitivo y la devaluación salarial sufrida en España desde la crisis financiera.
Los dos líderes sindicales subrayaron que 2022 debe ser un año de aumentos de salarios e insistieron en que hay margen para que los sueldos suban.
Aunque ninguno abogó directamente por una vinculación directa de salarios a lo que está ocurriendo con la inflación en estos últimos meses –con tasas del IPC por encima del 5%– sí urgieron a iniciar la negociación del AENC, donde patronal y sindicatos consensúan, entre otros aspectos, una horquilla de alzas salariales para la negociación de convenios o la inclusión de esas cláusulas de garantía salarial.