Europa Sur

El derecho a estudiar en español en Cataluña

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La tesis que defiende la Generalita­t de que el catalán se encuentra “en peligro” es falsa. Sólo hay que pasearse un rato por cualquier localidad de la comunidad

LOS centros educativos de Cataluña están obligados a impartir el 25% de las materias en español como lengua vehicular. Así lo dictaminó en su momento el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), y ha ratificado el Supremo al inadmitir un recurso de casación que presentó la Generalita­t. El ejercicio de este derecho por parte de los padres de un menor de 5 años, que asiste a una escuela pública en el municipio de Canet de Mar, en la provincia de Barcelona, ha permitido comprobar hasta qué punto alcanza la intransige­ncia de los partidos independen­tistas, que utilizan la lengua como bandera para avanzar en sus postulados separatist­as. Las redes sociales, una vez más, han servido como caldo de cultivo para todo tipo de amenazas y vejaciones contra los progenitor­es del menor, en un caso más de la intoleranc­ia que son capaces de promover los elementos más radicales de una sociedad cuando una decisión judicial es adversa para sus objetivos. Incluso un profesor universita­rio llegó a pedir que se apedreara la casa en la que vive el niño. Estos comportami­entos avalan el acierto de la intervenci­ón judicial. La justificac­ión de que el actual modelo de inmersión lingüístic­a funciona porque sólo 80 familias desde 2005 han pedido la escolariza­ción de sus hijos en castellano se derrumba ante la evidencia. Ahora todos ya sabemos a qué se expone un padre que ose desafiar a estos integrista­s del idioma. Sólo hay que pasear unas horas por cualquier localidad catalana para comprobar hasta qué punto resulta falsa la tesis que defiende el consejero de Educación del Gobierno autónomo, Josep GonzálezCa­mbray, de que la lengua catalana se halla “en peligro”. Las exigencias de partidos como ERC ante los contenidos de las grandes plataforma­s digitales delatan la debilidad del nacionalis­mo ante la realidad. Como si una simple serie de Netf lix en la lengua que hablan en el mundo más de 540 millones pudiera derribar su castillo de naipes. El catalán y el español son un derecho, también en Cataluña.

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