Destrucción en la cuenca del Ebro
● La crecida del río por la borrasca ‘Barra’ deja Navarra, La Rioja y Aragón como zonas catastróficas
Las consecuencias de la borrasca Barra son catastróficas para una gran parte de la cuenca del Ebro, con una riada extraordinaria en la que las lluvias de la vertiente cantábrica y pirenaica han concurrido en el eje del río dejando a su paso miles de hectáreas anegadas en Navarra, Aragón y La Rioja.
Este hecho llevó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a anunciar ayer que el Consejo de Ministros declarará esta semana estas áreas como zonas de emergencia. El Gobierno de Navarra el domingo y los de La Rioja y Aragón ayer habían anunciado su intención de pedir la declaración de zona de emergencia por las consecuencias de la crecida, que además de daños en infraestructuras ha costado la vida a dos personas en la Comunidad Foral.
Una crecida fruto de las precipitaciones moderadas y persistentes que desde el pasado jueves se han producido en el tercio norte de la cuenca, desde la cabecera del Ebro y el Gállego, sumadas a un aumento de las temperaturas que hizo subir la cota de nieve “bruscamente” desde los 600800 metros hasta por encima de los 2000 y que provocó su fusión.
En la estación de aforos de Tudela se alcanzó el domingo un caudal máximo de 2.700 m³/s, superior a los 2.580 m³/s registrados en la avenida de 2015 y en Zaragoza capital está previsto que el caudal máximo se sitúe el martes entre los 2.200 y los 2.500 m³/s, aunque las afecciones ya se han adelantado.
Miles de hectáreas de terrenos inundados, la mayor parte de cultivos, explotaciones agrarias aisladas y carreteras cortadas es la sobrecogedora imagen que arrojan las imágenes de drones y de los vuelos que realizan los equipos de rescate y de las fuerzas y cuerpos de Seguridad, mientras se recomienda a la población que eviten acercarse al cauce por espectacular que sea la visión.
Tras ver las calles de Tudela anegadas, en Novillas, primer pueblo de la ribera aragonesa, estaban preparados para el peor de los pronósticos y, tras una larga noche, el pico pasó salvando el casco urbano, gracias a la elevación de la mota que se acometió el domingo, pero anegó dos tercios del territorio.
Un operativo compuesto por 444 personas personas trabajaban para hacer frente a la riada. De las 20.000 hectáreas que se encuentran en zona inundable, 15.000 son de cultivo y la previsión es que se vean afectadas unas 12.000. El temporal causó dos fallecidos en Navarra, una mujer de 49 años en Sunbilla al derrumbarse por un corrimiento de tierras un cobertizo, y un vecino de Elizondo de 61 años cuyo vehículo cayó al río Aragón.
La crecida del Ebro dejó centenares de hectáreas de cultivo inundadas y cuantiosas pérdidas en La Rioja que están sin cuantificar. A su paso por Tarragona obligó en diversas poblaciones a cortar los accesos al río y cerrar algunos servicios de las embarcaciones que cruzan el Ebro.