El ejemplo de los padres es también digital
Un estudio sobre hábitos digitales muestra una correlación directa entre el tiempo que los padres pasan frente a sus dispositivos y el que invierten sus hijos
Los niños siempre observan y copian lo que hacen sus padres, y lo mismo ocurre con sus hábitos digitales. Si los niños ven que sus padres utilizan constantemente sus dispositivos digitales, considerarán ese comportamiento como la norma y pasarán mucho tiempo conectados. Aunque a veces ser un modelo a seguir puede ser difícil, los padres deben ser conscientes de que sus acciones influyen en el comportamiento de sus hijos e intentar predicar con el ejemplo cuando se trata de tener reglas sobre el tiempo que pasan frente a una pantalla. Los resultados de un estudio de Kaspersky muestran una correlación directa entre el tiempo que los padres pasan frente a sus dispositivos digitales y el que invierten sus hijos. El 82% de los adultos y el 70% de los niños le dedican al menos tres horas al día sus dispositivos, lo que evidencia que los hijos imitan el tiempo de dedicación de sus padres.
La mayoría de los niños y adultos, el 48%, utilizan sus dispositivos a la misma hora del día, entre 3 y 5 horas, y la mayor parte de los padres cree que el tiempo que pasan on line tanto ellos (62%) como los niños (58%) es suficiente. Los resultados muestran que los niños adaptan su forma de utilizar los dispositivos al uso que hacen sus progenitores. Por ejemplo, cuando el 80% de los padres pasa menos de 2 horas al día con los dispositivos, sus hijos también lo hacen. Por otro lado, si los adultos los utilizan más de 2 horas al día, los niños son igual de propensos a hacer lo mismo. Únicamente el 19% de los los niños expuestos a este modelo de conducta dedican menos de 2 horas al día. Según los resultados del informe, los niños cuyos padres utilizan estos dispositivos de forma habitual acaban sumando más tiempo tras la pantalla a sus hábitos digitales. Así, por ejemplo, los niños cuyos padres utilizan habitualmente gadgets pasan 39 minutos más conectados durante las comidas. Por otro lado, enviar mensajes de texto mientras mantienen conversaciones añade a los niños una media de 41 minutos de tiempo frente a la pantalla y compartir fotografías familiares en las redes sociales suma otros 31 minutos al día, un tiempo considerable.
Como se aprecia en los datos del estudio, cuantas más horas pasen los padres con sus dispositivos, más horas pasarán los hijos con los suyos. Los adultos quieren garantizar que el tiempo que los niños pasan frente a una pantalla sea moderado, pero su principal desafío es cómo lograrlo. Hoy en día “existen herramientas tecnológicas que pueden ayudarles a mejorar el bienestar digital de sus hijos y garantizar que su tiempo frente a la pantalla sea seguro y equilibrado”, pero “dar ejemplo y acompañarlos en esta travesía es uno de los mejores ‘hábitos’ que como padres deberíamos tener siempre presente”, comenta Vanessa González, directora de Comunicación de Kaspersky Iberia.