El Banco de España rebaja del 6,4% al 4,5% el crecimiento para 2021
El cálculo del supervisor para el año próximo sitúa el alza en el 5,4%, cuatro décimas menos que su anterior previsión La pandemia, los “cuellos de botella” y la inflación son claves
El Banco de España revisó ayer a la baja la previsión de crecimiento del país para 2021 hasta el 4,5%, lo que supone una rebaja de 1,9 puntos respecto a su anterior estimación (6,4%), al tiempo que elevó sus proyecciones sobre la inf lación, que de media será más alta en 2022 que este año.
Así se desprende del informe trimestral publicado ayer por la entidad, cuyo director de Economía y Estadística, Óscar Arce, reconoció ayer que se trata de una de las mayores revisiones a la baja de los últimos años, que se extiende también a 2022, para el que estima una subida del PIB del 5,4%, cuatro décimas inferior a su anterior cálculo.
Por el contrario, el Banco de España elevó en casi dos puntos su proyección para 2023, hasta el 3,9%, y de cara a 2024 –ejercicio que aparece por primera vez en el documento– predice un avance del 1,8%.
“La economía española se está recuperando más lentamente que la de la zona euro y tardará más en volver a los niveles anteriores a la pandemia que los socios europeos. No sé si mejor o peor, pero sí más tarde”, explicó Arce, quien atribuyó al elevado grado de incertidumbre los cambios en las previsiones publicadas ayer.
El informe señala que el momento en el que la economía recuperará su nivel previo a la actual crisis sanitaria –en 2020 el desplome fue del 10,8%– se situaría entre finales de 2022 y comienzos de 2023, mientras que también ref leja que el crecimiento potencial que se estimaba para España antes de la crisis sanitaria no se alcanzará tampoco durante el 2024.
El documento detalla que las proyecciones son menos optimistas que en septiembre debido a “las sorpresas a la baja en los datos del segundo y el tercer trimestre” publicados por el Instituto Nacional de Estadística, pero también por el “menor dinamismo de la actividad” en el último trimestre, de acuerdo con los indicadores disponibles.
De hecho, su estimación de crecimiento para estos tres últimos meses del ejercicio es del 1,6%, cuatro décimas menos que el trimestre anterior.
Sobre los factores que justifican la notable rebaja de sus previsiones, Arce destacó la pandemia, las altas tasas de inflación, los “cuellos de botella”, la lenta recuperación del turismo internacional –con mayor peso en el PIB español que en otros países–, un consumo interno más contenido de lo esperado y los “retrasos”
en la ejecución de los fondos europeos.
Respecto a la subida de los precios, el organismo corrige también de forma sensible sus cálculos y augura una inf lación media del 3% para este año –ocho décimas más que en su anterior estimación– y del 3,7% para el que viene –1,9 puntos más–.
Sí anticipa una moderación en el IPC de cara a 2023 y 2024, con tasas del 1,2% y del 1,5%, respectivamente. Arce incidió ayer en que todo apunta a que la inflación es un fenómeno “transitorio” muy vinculado al encarecimiento de la energía.