El ahorro, ciudadano del mundo
CUÁNTAS veces han escuchado el consejo de “no poner todos los huevos en la misma cesta” cuando se habla de gestionar los ahorros? Sin duda la diversificación es la principal herramienta para amortiguar y reducir los riesgos. Pero hay un comportamiento muy frecuente y es elegir aquello que conocemos, y esto cuando se trata de invertir nuestros ahorros nos lleva a invertir en empresas españolas. Es decir, concentramos el riesgo en una sola cesta.
La Encuesta de Competencias Financieras del Banco de España, que analiza el conocimiento económico-financiero de los españoles, pregunta qué sabemos de la diversificación del riesgo y lo compara con otros estados. Pues bien, sólo el 49% contesta correctamente, frente a un 62% de la UE. Y si filtramos por comunidades, Andalucía está a la cola, sólo superada por Castilla-La Mancha.
Eso explica la manera de invertir de los españoles. Según, el Banco de España el 41% del capital de los hogares está en efectivo o en depósitos, el 25% en participaciones de capital(acciones), el 16% en seguros y fondos de pensiones y, sólo el 15%, en fondos de inversión. Y digo “sólo” porque este vehículo de inversión es, posiblemente, el que permite invertir diversificando de forma más completa y segura.
Como consumidores, somos clientes de decenas de empresas y marcas repartidas por todo el mundo. ¿De qué marca es nuestro móvil, nuestra T V o nuestro vehículo? ¿Y nuestras RRSS? ¿Y los países de origen de las marcas de alimentación o productos farmacéuticos que consumimos? ¿Y las vacunas? La pregunta es: ¿hacemos igual con nuestros ahorros?
Para poner un ejemplo práctico de las consecuencias de no diversificar, un ahorrador que haya decidido invertir cierta cantidad de dinero en el Ibex35 en los últimos 10 años habría obtenido (con dividendos incluidos) una rentabilidad cercana al 35%, frente a un incremento del 125% si lo hubiera hecho en una inversión diversificada en el mundo representada por el índice MSCI ACWI.
¿Cómo debemos diversificar nuestros ahorros? Sin duda, dependerá del perfil del ahorrador y sobre todos de sus necesidades vitales. Según estas metas y los plazos para alcanzarlas se optará por unos u otros vehículos. Por ejemplo, instrumentos más líquidos para objetivos de corto plazo o para disponer de ese colchón de seguridad que nos permita hacer frente a ciertos imprevistos.
En cambio, para metas con una visión a largo plazo, siempre y cuando el perfil del inversor así lo permita, una correcta diversificación en renta variable diluirá el riesgo con el tiempo, y dará opciones de alcanzar rentabilidades superiores a la inflación a su debido tiempo. Para ello, es importante diversificar tanto por sector es( consumo, tele comunicaciones, energía…) como por zonas geográficas (Asia, Norteamérica, Europa, países emergentes…). Esto permite que, ante los momentos de crisis, tengamos mayor protección sobre nuestro patrimonio, y nos aseguremos un correcto aumento del mismo a lo largo del tiempo.
Confeccionar acertadamente ese mix es clave, por lo que conviene contar con el asesoramiento de un experto que pueda orientarnos sobre qué solución de inversión se ajusta mejor a unas necesidades que, no podemos olvidar, evolucionan a la largo de nuestra vida.