La psoriasis afecta a más de dos millones de personas en España
La enfermedad exige un abordaje multidisciplinar orientado al paciente que ayude a evitar comorbilidades como la artritis psoriásica, el riesgo cardiovascular o la diabetes
La psoriasis afecta a aproximadamente 2,3 millones de personas en España. Esta enfermedad se manifiesta antes de los 40 años en el 75% de los casos y presenta un amplio abanico de manifestaciones clínicas más allá de las conocidas placas de la piel, según se ha puesto de manifiesto durante el Foro Autonómico de Psoriasis, celebrado recientemente en Andalucía y organizado por la Fundación de Ciencias del Medicamento y Productos Sanitarios (Fundamed), con la colaboración de Janssen.
Según asegura el doctor Salvador Arias, jefe de Servicio de Dermatología y director de la Unidad de Producción Celular e Ingeniería Tisular del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, “uno de los aspectos importantes de las enfermedades cutáneas es que son muy visibles y eso genera un gran impacto en la calidad de vida del paciente que la sufre. Cuando analizamos estudios que tratan el impacto de la enfermedad se observa que los pacientes se sienten muy estigmatizados. Por lo que es importante que demos a conocer y hablemos de esta enfermedad por su prevalencia, olvidando los estigmas del pasado”.
En este contexto, el doctor Arias hace referencia a que los dermatólogos han aprendido mucho en los últimos años en el manejo de esta enfermedad. En primer lugar, “utilizando para la evaluación del impacto en la calidad de vida de las personas que la padecen una serie de cuestionarios; en segundo lugar, a través de diferentes estrategias terapéuticas que nos permiten un blanqueamiento de los pacientes con psoriasis, y, en tercer lugar, con el desarrollo de nuevos tratamientos”.
Sobre los nuevos tratamientos, el doctor Francisco Gabriel Jiménez Núñez, presidente de la Sociedad Andaluza de Reumatología y miembro del Servicio de Reumatología del Hospital Regional Universitario de Málaga, ha comentado que la disponibilidad de estas terapias ha permitido que reumatólogos y dermatólogos puedan tener como objetivo la remisión de la enfermedad. “De este modo -continúa-, los profesionales implicados en el abordaje de los pacientes tratamos por unos objetivos claros y definidos. Para lo que es clave contar con un diagnóstico precoz que nos permita iniciar el tratamiento lo antes posible, para que la respuesta sea mejor y el deterioro estructural de los huesos y las complicaciones de la enfermedad sean menores. Es decir, la calidad de vida presente y futura del paciente depende en gran medida de un diagnóstico y tratamiento precoces”.
Otro de los aspectos a tener en cuenta cuando se habla de psoriasis, según el doctor Salvador Arias, es que los dermatólogos no consideran la psoriasis simplemente como una enfermedad cutánea, sino que además tiene unas implicaciones sistémicas importantes, que están asociadas al desarrollo de otras comorbilidades. “Cada vez más las unidades de psoriasis somos sensibles a estos problemas multidisciplinares que puedan tener los pacientes y por ello intentamos trabajar en equipo”, asegura. La implementación de circuitos de derivación rápida entre dichos especialistas o consultas multidisciplinares ha demostrado mejorar los resultados en salud de los pacientes, y de una forma eficiente. En opinión del doctor Jiménez Núñez, “hacer realidad y de forma generalizada este aspecto debería ser prioritario desde el punto de vista de la gestión sanitaria”.