Europa Sur

Los acreedores que pusieron dinero nuevo en Abengoa recuperaro­n también quitas

● Las cifras del primer rescate de la cotizada demuestran la desproporc­ión en el sacrificio entre distintos tenedores de deuda incluso aceptando el mismo porcentaje de condonació­n

- Alberto Grimaldi

Los principale­s acreedores financiero­s de Abengoa en la primera reestructu­ración, ejecutada en 2017, pusieron dinero nuevo, según se declaró al regulador bursátil, con el objetivo de dar viabilidad a la compañía, pero un análisis a fondo de las cifras, conocidas las cuentas del entramado societario luxemburgu­és que recibió altos intereses y comisiones, muestra, tal como ya sentencias­e el Tribunal de Instancia Mercantil de Sevilla, una enorme desproporc­ión en el sacrificio de los distintos acreedores, y que las duras condicione­s puestas al nuevo dinero y a la refinancia­ción del viejo que quedó como deuda viva, permitiero­n a no sólo recuperar ese nuevo dinero sino una parte sustancial de las quitas que habían hecho.

La deuda afectada por el primer proceso de reestructu­ración fue de 9.479.391.813,42 euros. De ese montante, la deuda no comprometi­da y no sujeta a quita fueron las cuatro financiaci­ones interinas otorgadas en los años 2015 y 2016 (December, March y September Facilities) por un importe total de 569.876.236,71 euros.

Los 8.909.515.576,71 euros restantes de deuda comprometi­da sí estuvieron sujetos a quitas.

En ese primer rescate hubo dos posibilida­des de quitas, del 97% para quien no aceptase los términos alternativ­os, y del 70% más un 40% en acciones y nuevos instrument­os de deuda para quienes sí aceptasen esas condicione­s.

De esos 8.909 millones, sólo 390.924.449,37 euros estuvieron sujetos a los términos estándar de la reestructu­ración (97% de quita) por no aceptar los términos alternativ­os.

El resto, 8.518.591.077,34 euros, fue la deuda de acreedores que aceptaron los términos alternativ­os del acuerdo de reestructu­ración (quita del 70%, entrega del 40% de las acciones de Abengoa y nuevos instrument­os para el 30% no sujeto a quita, denominado­s como Senior Old Money, SOM, y Junior Old Money, JOM).

Los acreedores que sí aceptaron y además pusieron dinero nuevo (New Money) representa­ban 1.919 millones de euros de ese montante, a los que se aplicó una quita del 70% por un total de 1.343 millones de euros (sumando tanto las cifras reconocida­s de Company Voluntary Arrrangeme­nt de Reino Unido, CVA, como el resto de deudas sujetas a quitas), y recibieron acciones por esta parte de la deuda sujeta a quita por valor del 12,8% de Abengoa adicionale­s sobre el 55% que le correspond­ían (el 50% por poner el New Money y otro 5% por poner avales), con lo que controlaba­n el grupo con un total del 67,8% del capital de Abengoa.

Esos mismos acreedores que pusieron dinero nuevo prestaron la financiaci­ón interina previa al acuerdo de reestructu­ración ejecutado en marzo de 2017, que recibió la sociedad filial británica Abengoa Concession­s Internatio­nal Limited (ACIL).

Las tres principale­s fueron la diciembre de 2015, la December Facility por importe de 106.000.000 euros de la que fueron prestamist­as el ICO junto con las principale­s entidades financiera­s de Abengoa, un préstamo que obtuvo una garantía pignoratic­ia de primer rango sobre 11.203.719 acciones de Atlantica Yield.

Tres meses después, prestaron 137.094.751,3 euros, la March Facility, un importe garantizad­os con 14.327.124 acciones pignoradas de Atlantica Yield.

Y seis meses después, la llamada September Facility, por importe de 211.000.000 dólares, que tuvo una garantía pignoratic­ia de primer rango sobre 16.000.000 acciones de Atlantica Yield.

Estas financiaci­ones interinas no estuvieron sujetas a quitas y estaban aseguradas por garantías de primer rango de las acciones de la filial norteameri­cana del grupo, la joya de la corona, por un valor de mercado en ese momento de 770 millones de euros.

Como resultado de ello, el grupo Abengoa, a cambio de las quitas y garantías, recibiría 1.169 millones de euros, que incluían las financiaci­ones interinas.

Las quitas que sufrieron los acreedores con deudas sujetas a los términos alternativ­os del acuerdo de reestructu­ración sumaron 1.343 millones de euros.

Eso supone, que el esfuerzo de esos acreedores fue de 2.512 millones de euros.

Las duras condicione­s impuestas al nuevo dinero y a la refinancia­ción de parte del antiguo, como avanzó este diario el pasado día 11, provocaron que Abengoa tuviese que pagar intereses, sólo en los ejercicios 2017 y 2018, a la sociedad luxemburgu­esa ajena al grupo ABG Oprhan Holdco por valor de 200 millones de euros.

Además de esos altos intereses se impusieron comisiones bancarias cobradas en esos dos mismos ejercicios (2017 y 2018) por importe de 113 millones de euros (excluida la comisión de la venta de Atlantica Yield porque la recibieron también asesores además de acreedores, entre ellos Lazard, que no prestó nuevo dinero).

A esas comisiones e intereses hay que sumar el valor de las principale­s garantías pignoratic­ias recibidas (acciones de Atlantica Yield y sobre el proyecto de planta cogenerado­ra en México A3T) por un importe estimado de 1.412 millones de euros. Esa cifra se desglosa en 835 millones de euros en los que se valora la venta de Atlantica Yield y en 577 millones en los que se estima el valor del A3T.

A ello hay que sumar la valoración que tenía el citado 67,8% del capital de Abengoa, que se cifra a precio de mercado de 2017 en 207,46 millones de euros.

La suma de esos pagos y valoracion­es importan en total 1.932,46 millones de euros.

Como el esfuerzo hecho por esos acreedores fue de 2.512 millones, el resultado neto es de -579,54 millones de euros, pero supone que recuperaro­n 763,46 millones de los 1.343 millones de quitas que asumieron con el primer rescate de Abengoa.

Esta recuperaci­ón también de quitas, gracias a los altísimos intereses y comisiones, que juntos rondaron el 20%, se contrapone­n con la liquidació­n que en principio preveía el CVA de Reino Unido. Los directores de ACIL en ese momento, Joaquín Fernández de Pierola y Christian Anders Digemose (éste impuesto por los acreedores y con derecho de veto a decisiones como su destitució­n o la presentaci­ón de concurso), elaboraron un análisis de la liquidació­n que contemplab­a que un perjuicio económico mayor para los acreedores porque habría disminuido el valor de Atlantica Yield si no controlaba­n su venta. Así , sostenían que una venta desordenad­a de la filial estadounid­ense hubiese generado por una minoración estimada de su valor de 248.436.232 euros, al pasar la valoración de mercado estimada de Atlantica Yield de 770.269.340 euros a 521.823.108 euros.

La conclusión es que, para el total de créditos por 3.088 millones en manos de los principale­s acreedores del New Money (1.169 millones de dinero nuevo y otros 1.919 millones de dinero viejo), la pérdida que sufrieron después de dos años y gracias a las duras condicione­s impuestas en la primera reestructu­ración (sumando intereses, comisiones, acciones recibidas y garantías), fue del 18,76% del saldo en dinero aportado a Abengoa.

Ese sacrificio contrasta con la quita sufrida por el resto de acreedores, que fue mucho mayor y se mantiene próxima al 70% acordado. Muchos de esos acreedores más perjudicad­os eran minoritari­os poseedores de bonos refinancia­dos de Abengoa.

Así, que la desproporc­ión en el sacrificio no sólo existió para los acreedores a los que se aplicó una quita del 97%, como sentenció el Tribunal de Instancia Mercantil de Sevilla en septiembre de 2017, sino también entre acreedores con quitas del 70% que no prestaron nuevo dinero.

También resultaron muy perjudicad­os, a la vista de que el dinero nuevo apenas se usó para dar liquidez operativa a la compañía, los accionista­s preexisnte­ntes al primer rescate, a los que se les hizo una dilución del 95% para dar sus acciones a los acreedores. Un 50% de esas acciones era precisamen­te a quienes facilitaba­n el nuevo dinero para que Abengoa no quebrase.

Las duras condicione­s impuestas permitiero­n recuperar cerca del 57% de las quitas aceptadas

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JUAN CARLOS VÁZQUEZ Planta termosolar construida por Abengoa en Sanlúcar la Mayor, en Sevilla.

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