El certificado Covid se estrena con un cumplimiento irregular LLAMAMIENTO A LA RESPONSABILIDAD
‘Europa Sur’ constata la existencia de locales de hostelería que se saltan la obligación de chequear los datos como exige la normativa
El Campo de Gibraltar se ha estrenado de una forma irregular en la primera jornada con el pasaporte Covid como requisito para acceder al interior de los establecimientos de hostelería.
Al típico olor a café y tostadas en los bares en la mañana de este lunes debía sumarse por parte de los hosteleros la comprobación obligatoria del certificado Covid en cualquiera de sus variantes (vacunación, PCR negativo o enfermedad superada en el último medio año). Sin embargo, el cumplimiento de este requisito en las primeras horas estuvo muy lejos de ser unánime.
La norma establece que los locales deben informar con un cartel a los consumidores
Las asociaciones de hosteleros piden a los empresarios que hagan las comprobaciones
Europa Sur recorrió en la mañana de ayer varios bares y cafeterías del centro de Algeciras. De una decena de locales observados, en más de la mitad el comportamiento tanto de los clientes como de los empresarios fue como si la norma no existiera.
Es decir, los consumidores entraron al local, tomaron asiento y pidieron el desayuno sin que nadie les efectuara ninguna comprobación. En uno de los locales se justificaron alegando no tener habilitado el sistema para realizar el proceso. Algo para lo que tan solo es necesario tener un teléfono móvil con cámara y conexión a internet.
Para efectuar el chequeo, la Consejería de Salud amplió las prestaciones de la aplicación Salud Andalucía con un lector de códigos QR a través del cual es posible verificar la validez del certificado Covid de la Unión Europea.
El funcionamiento es similar al escaneado del QR para consultar las cartas y menús online. Una vez situado el código (en papel o en pantalla) frente al lector, el sistema comprueba que el QR es correcto, es decir, que existe en el repositorio de certificados y revisa los datos para comprobar su autenticidad y caducidad. Cuando la aplicación certifica que los datos son correctos devuelve un ok con los datos básicos del titular (nombre y fecha de nacimiento) para que la persona que lo valida compruebe que se corresponden con la identidad de quien lo presenta. Por tanto, también hay que enseñar el DNI o documento acreditativo de la identidad equivalente (NIE o pasaporte). En caso de no estar en vigor o ser incorrecto, devuelve un mensaje con un aspa roja.
Sin embargo, este sistema ha dado fallos en algunos puntos de Andalucía en las primeras horas de funcionamiento. También para descargar los certificados, presumiblemente por saturación.
Frente a la aparente desidia o descontrol en algunos negocios en los primeros compases de esta obligación, por el contrario, hay ejemplos de negocios que durante el fin de semana se prepararon. Pubes y locales de ocio nocturno advirtieron a sus clientes de la inminente entrada en vigor de la normativa en el arranque de la semana de Navidad,
principalmente a través de sus redes sociales, así como su voluntad exhaustiva de cumplimiento.
La norma también establece que en estos establecimientos debe colocarse un cartel informativo al público, sobre el carácter necesario de esta documentación para el acceso al mismo, así como sobre la no conservación de los datos personales sanitarios acreditados.
Los colectivos profesionales de la hostelería llaman a la responsabilidad tanto a los empresarios como a los clientes. “Solo por respeto al resto debería pedirse”, reconoció Santiago Macías, de la Asociación Linense de Hostelería (Alaho).
Alaho reconoció que la normativa supone una ralentización de su actividad mientras se efectúan las comprobaciones en las puertas de los negocios. Algo que se notará especialmente durante el fin de semana, según Macías. “Será entonces cuando haya mayor volumen de clientes y se deje notar. En las primeras horas, en La Línea de la Concepción ha estado la cosa muy tranquila”, valoró.
Sobre la irregularidad en el cumplimiento de las normas, Macías insistió en que la orden es clara: “Dudas hay pocas. Otra cosa es que haya malestar entre bares y restaurantes porque consideren que se trata de una medida que sería lógica para el ocio nocturno. Como Alaho, hemos pedido a todos los asociados que cumplan”, apuntó Macías.
Para los empresarios, los primeros momentos de un cambio normativo suelen ser complicados. “Ya pasó cuando las aceiteras o los servilleteros. Al final, se acaban adaptando porque los clientes también lo demandan”, valoró.