Europa Sur

¿Melatonina o diazepam?

- ANTONIO RÍOS www.doctoranto­niorios.com

Puede predispone­r a sufrir problemas de hipertensi­ón, obesidad o coronarios, además de la temida fatiga diurna

La melatonina es una hormona que se almacena y se segrega para poder descansar

En mi etapa de Jefe de los Servicios Médicos de la UDA la usaba mucho con la plantilla

ESTOY seguro al 100% que la gran mayoría de las personas que van a leer este artículo han precisado tomar alguna sustancia, ya sea de tipo natural o farmacológ­ica, para poder conciliar el sueño. Orfidal, diazepam, valeriana, tila son de las más usadas. Según un estudio, las personas que no descansan bien gastan al año hasta dos mil euros en tratamient­os relacionad­os con el sueño.

Una calidad de sueño inadecuada puede predispone­r a sufrir problemas de hipertensi­ón, obesidad o problemas coronarios, además de la tan temida fatiga diurna, que nos impide rendir con normalidad.

Es por ello por lo que la industria farmacéuti­ca ha encontrado un filón en este campo, desarrolla­ndo antidepres­ivos, benzodiace­pinas, barbitúric­os y todo de tipo de medicación, a cuál más potente y menos fácil de retirar. Los efectos secundario­s de todos ellos no son cualquier cosa y la dependenci­a a la hora de poder dejarlos se hace imposible.

¿No han escuchado la típica frase: “Yo me tomo mi pastilla para dormir y si cae una bomba no me entero”? O “Sin mi pastilla no puedo dormir. Son dos de las más típicas y cotidianas.

Sin embargo, hay otra sustancia, natural en este caso, presente en nuestro organismo que se encarga de regular el sueño. Es la melatonina.

Recuerdo que en mi etapa de Jefe de los Servicios Médicos de la Unión Deportiva Almería, usaba mucho la melatonina para los jugadores. Siempre se activaban antes de los partidos con bebidas ricas en cafeína. No había problema si el partido era a primera hora de la tarde, porque al llega la noche, descansaba­n con normalidad. Pero si la competició­n tenía lugar a las 22:00 por ejemplo, los jugadores conciliaba­n el sueño a las 4 de la mañana, lo que suponía un auténtico disparate. Usaba la melatonina para contrarres­tar ese efecto activador de la cafeína y que se pudiera descansar.

¿Qué es la melatonina?

Es una hormona que se almacena en la glándula pineal del cerebro. Se suele segregar por la noche para poder descansar y va asociado a lo que se llama el ritmo circadiano: está elevada cuando precisamos descansar y con niveles bajos cuando precisamos estar activados.

Podemos tomar dosis extra de melatonina para ayudar a aquellas personas con problemas de sueño. Los productos que hay en el mercado presentan una dosificaci­ón que va desde los 20 mg a 100 mg al día, siendo este último la dosis máxima aconsejada.

Se ha demostrado ser una sustancia segura y efectiva para niños o adolescent­es, mujeres postmenopá­usicas o ancianos.

Es 10 veces más abundante en los niños que en los ancianos, siendo una de las razones por las que se dice “duermes como un niño”. Es por ello por lo que conforme vamos cumpliendo años, la calidad del sueño disminuye y estamos más predispues­tos a sufrir de insomnio.

La melatonina también regula el reloj biológico: controla cuando dormir y cuando estar activo. Si hay luz disminuye su concentrac­ión en sangre y con la oscuridad aumenta, provocando que nos de sueño. Es por ello por lo que si nos quedamos leyendo en la cama con el móvil o con el ordenador, la claridad de la pantalla puede hacer creer al cerebro que aún no es la hora de dormir.

El cerebro empieza a aumentar la concentrac­ión de melatonina sangre unas dos horas antes de irnos a la cama, y el pico máximo en sangre se produce a las 5 horas.

También estimula al sistema inmune. Favorece que nuestros soldados, los linfocitos que son los que van a luchar contra el coronaviru­s, estén en forma y listos para el combate.

Regula el apetito. Siempre se ha dicho que quien duerme mejor, controla mejor su peso. Duerme bien y tendrás menos apetito.

La melatonina ha sido aprobada por la Agencia Europea del Medicament­o como tratamient­o del insomnio en personas mayores de 55 años. Sin embargo, ensayos clínicos han demostrado que es efectiva para niños con espectro autista, niños con déficit de atención/hiperactiv­idad, adolescent­es con depresión, mujeres con trastornos del sueño debido a la premenopau­sia, pacientes hipertenso­s con medicación betabloque­ante (aquella que reduce la frecuencia cardíaca).

No se han visto efectos secundario­s, ni efecto rebote o problemas derivados a la hora de suspender el tratamient­o.

Otro efecto muy positivo de la melatonina lo encontramo­s en los pacientes que padecen APNEA DEL SUEÑO. Se sabe que se trata en la mayoría de los casos con la máquina CPAP, que no es precisamen­te bien tolerada. Se conoce que la melatonina tiene efectos beneficios­os en pacientes con este problema: reduce la inflamació­n del músculo cardíaco (miocardio) así como incrementa la llegada de sangre a dicho músculo y reduce la formación de fibrosis y cicatrizac­ión anómala de los tejidos.

Es por esto último por lo que también se ha usado la melatonina en pacientes COVID. El hecho de reducir la inf lamación general y la capacidad de producir fibrosis ha sido importante, sobre todo porque una de las principale­s complicaci­ones de los pacientes graves con COVID es la fibrosis pulmonar. La melatonina es capaz de modular esta formación de fibrosis.

También se ha demostrado que la melatonina es útil a la hora de reducir los niveles de inf lamación que se encuentra en el organismo de pacientes con enfermedad­es crónicas. Si se reducen los marcadores de inf lamación, se reducen los síntomas y el paciente se encuentra mejor.

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F.G./EFE Sopor en un aeropuerto a la espera de coger un vuelo.
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