Piden cadena perpetua para los acusados de derribar el vuelo MH17
Culmina en Ámsterdam el juicio a un ucraniano y tres rusos por el ataque que causó 298 muertos en 2014
La Fiscalía neerlandesa pidió ayer cadena perpetua para los cuatro sospechosos de la tragedia del MH17, el derribo del avión de Malaysia Airlines en el este de Ucrania en 2014, una “larga sentencia a prisión” que se exigió tras medio centenar de sesiones judiciales en Países Bajos para juzgar en rebeldía a tres rusos y un ucraniano.
La Fiscalía los consideró “totalmente responsables” y “culpables” del “asesinato” de los 298 pasajeros, de los cuales 192 eran neerlandeses, un crimen que “ha causado una conmoción internacional que aún continúa”, por lo que “se debe” buscar su detención para que puedan cumplir la sentencia que se dicte finalmente.
El ciudadano ruso Oleg Pulatov es el único acusado que reconoció este proceso judicial con el envío de un equipo de abogados para defenderlo ante el tribunal de alta seguridad de Schiphol Ámsterdam, aunque no acudió a la corte. Los otros dos rusos –Igor Strelkov Girkin y Sergei Dubinsky– y el ucraniano –Leonid Kharchenko– están en paradero desconocido.
El avión partió el 17 de julio de 2014 desde Ámsterdam con destino Kuala Lampur y fue derribado cuando sobrevolaba el este de Ucrania.
Se considera que los cuatro son responsables de organizar la instalación del lanzamisiles, su despliegue y transporte desde y hacia Rusia, y, aunque ocuparon diferentes posiciones, trabajaron en estrecha colaboración para el derribo. “Reprochamos a los sospechosos no dar ninguna explicación e intentar ocultar los hechos”, dijo la Fiscalía.
Las pruebas incluyen conversaciones telefónicas interceptadas, declaraciones de testigos, fotos y vídeos del transporte del misil, así como una investigación exhaustiva de los restos de la aeronave y un análisis de las pruebas por parte de un equipo internacional.
El fiscal Thijs Berger enumeró el impacto psicológico que tuvo esa tragedia para los familiares, lo que agrupó en “complicaciones mentales y físicas” (síndrome de estrés postraumático, insomnio, falta de apetito, entre otros), “problemas laborales” (algunos perdieron a la persona que mantenía económicamente a la familia) y “problemas en relaciones” de pareja y familiares.
“He perdido todo propósito en la vida” y “Vivo con depresión, ansiedad y me diagnosticaron formalmente síndrome de trastorno postraumático, pero ningún medicamento ayuda”, fueron dos afirmaciones de parientes que Berger enumeró para señalar que “para los familiares hay un antes y un después del MH17”.
Subrayó que los acusados usaron “una violencia devastadora” que fue “planeada y organizada con antelación” y este crimen tiene una “naturaleza tan grave y seria que debe ser castigado con una sentencia dura”, independientemente de si “querían o no las consecuencias devastadoras del derribo intencionado del avión”.
Se cree que el derribo del avión civil fue un “error”, puesto que los sospechosos creían haber alcanzado un avión de combate, pero –entiende la Fiscalía– “debían haber asumido que podrían alcanzar un vuelo civil”, puesto que el espacio aéreo no estaba cerrado.