El riesgo de sufrir Covid grave se reduce diez veces con la vacuna
Hay un millón y medio de andaluces sin dos dosis y 430.000 con más de 60 años sin la tercera, una población más frágil ante ómicron
Mañana hará un año del inicio de la campaña vacunal, un proceso que debe abarcar el planeta entero para que el virus deje de ser un problema para la salud pública. Un año después, aparte de evidenciarse el fracaso de esta inmunización global, las vacunas han demostrado su poder para mitigar la enfermedad grave y la muerte. Era ése el fin de esta primera generación de fármacos inyectables.
Un año después, pasadas cinco variantes preocupantes y su sucesivo muestrario de mutaciones –una viva imagen de la evolución adaptativa de los seres que habitan el planeta–, la población requiere ya de una tercera dosis para recuperar el brío de anticuerpos y mantener entrenadas a las células T, elemento fundamental del sistema inmune en la protección frente a los patógenos y que en este momento, con la variante ómicron casi en vías de predominancia, es la responsable de frenar la curva de hospitalizados graves y de muertes. La vacunación, tal como permite apreciarse con los datos de hospitalizados, es la solución: la frecuencia de infección grave entre los vacunados es más de diez veces menor que en los no vacunados. El dato lo da Jesús Rodríguez Baños, jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Virgen Macarena de Sevilla. “Por eso es fundamental que se vacune todo el mundo, por favor”, pide el infectólogo, que considera “terrible que alguien muera porque otro le hizo dudar de las vacunas. Son seguras y eficaces”.
El mensaje, aunque reiterado, no deja de sobrar un año después del inicio de la campaña vacunal. En Andalucía, según los datos de la Consejería de Salud, todavía hay un millón y medio de ciudadanos que no han recibido la pauta completa, una población que es particularmente vulnerable a la infección de la variante ómicron.
Frente a un linaje del coronavirus cuyas mutaciones lo han dotado del ingenio evolutivo para eludir la acción de los anticuerpos, infectólogos como Rodríguez Baños recomiendan encarecidamente la administración de la tercera dosis para personas vacunadas con riesgo de fallo vacunal: ancianos e inmunodeprimidos graves, principalmente. En Andalucía, según los datos de la Consejería de Salud del viernes, hay 430.000 personas con más de 60 años sin la dosis de refuerzo, otra población que está singularmente expuesta a la infección de la cada vez más omnipresente ómicron.