La flota de cerco de Barbate regresa al caladero de Marruecos
● Cuatro pesqueros han sido los primeros en retomar la actividad tras meses de parón por la anulación del acuerdo entre la UE y Rabat y el cierre de las fronteras marroquíes por el Covid
Cuatro pesqueros con base en el puerto de Barbate, Mobydick, Nazareno, Nuevo Prontitud y Hermanos Pastor, han retomado su actividad pesquera en el caladero de Marruecos, tras pasar la pertinente inspección técnica en Tánger, donde también recogieron a los observadores de pesca marroquíes que controlarán las capturas que suben a bordo.
Son los primeros en retomar la actividad pesquera, tras abonar, por espacio de un mes, las licencias, valoradas en unos 2.000 euros, y que les servirán para extraer de esas aguas los preciados boquerones, sardinas, jureles y caballas, que se han vuelto a subastar en la lonja del puerto de Barbate.
A finales del pasado mes de septiembre, el Tribunal General de la Unión Europea (TUE) anulaba el acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos por incluir el Sáhara Occidental, un territorio pendiente de descolonización, así como las ventajas arancelarias que el bloque concede a productos de la antigua colonia española en virtud del pacto comercial entre Bruselas y Rabat. Las tensiones diplomáticas que han mantenido España y Marruecos llevaron a la flota a no acudir al caldero marroquí para evitar verse inmersos en una situación no deseada. También, por la pandemia de la Covid, Marruecos cerró sus fronteras y no se podía cumplir con las descargas en puertos marroquíes como establecía el acuerdo de pesca.
Así, el pesquero Mobydick fue el primero en descargar sus casi 220 cajas de boquerón, que salieron a un precio de 51,50 euros, cada una de ellas. Le siguió la embarcación Hermanos Pastor, con 450 cajas de boquerones y 10 de sardinas. El pesquero Nuevo
Prontitud logró 80 cajas de boquerones y 30 de sardinas, mientras que la embarcación Nazareno subastó 90 cajas de boquerones y 27 de sardinas. Lo que hace un total de 840 cajas de boquerones y 67 de sardinas, según apuntó Fernando Ardan, jefe de subastas de la lonja de Barbate.
Este profesional de la lonja apuntó que cada kilo de boquerones lo formaban unas 52 piezas, lo que hace ver que es de un buen tamaño, haciéndolo muy apreciado para su uso en conservas como anchoas, o para su preparación en vinagre para la hostelería y establecimientos de venta de conservas y ahumados.
Una primera subasta que volvió a dar vida a la lonja de Barbate que solo tenía los barcos artesanales comercializando sus capturas, que en pocas horas llegan a los mercados locales, y también a las grandes líneas de comercialización como son los ‘mercas’, y las grandes superficies comerciales de todo el país. Su comercialización es al alza al estar la mayoría de las flotas amarradas a puerto.
Las subastas continuarán hasta este la jornada de mañana, parando el jueves por ser festivo y ante la previsión de mal tiempo en la costa de Marruecos, no retomándose la subasta hasta el viernes. Se trata de los únicos barcos que están en activo en estos momentos en esta modalidad, ya que el resto de la flota que suele faenar en el caladero nacional del Golfo de Cádiz estará amarrada a puerto hasta finales de este mes por la parada técnica que mantienen desde principios del mes de diciembre.
Para estos trayectos a Marruecos, que en muchas ocasiones superan las 16 horas de navegación, se precisa la duplicidad de
Los barcos barbateños han abonado unos 2.000 euros por las licencias para pescar
cargos como el de patrón, ya que, al igual que ocurre con el sector del transporte de mercancía o pasajeros, se necesitan dos conductores para un trayecto de larga distancia.
Muchos de estos barcos de Barbate ya llevaban desde finales de octubre del pasado año sin faenar, al no acompañar las condiciones meteorológicas, y para evitar agotar las cuotas que tienen adjudicadas, sobre todo de boquerón, ya que pretenden que se alargue hasta principios del próximo verano, que es cuando se revisa esta cuota por campaña.
Muchas de estas embarcaciones, tras acabar este mes en Marruecos no volverán a faenar hasta principios de abril, ya que para esa fecha las condiciones climatológicas habrán mejorado, y también se podrían alcanzar mejores precios para sus productos en las lonjas. A partir del lunes se sumarán otras dos nuevas embarcaciones.