Todo el valor de Cristina
La presentadora más vista de la Nochevieja está ligada a un suculento contrato de cadena junto a los negocios con su marido, Dabiz Muñoz
Francisco A. Gallardo Cuando a lo largo de todos estos ocho años los espectadores conectan con Antena 3 a la crucial hora de las campanadas muchos piensan en Cristina Pedroche. Lo hacen entrando en el juego de la intriga y seducción con el vestido de la contertulia de Zapeando. El plan de ella y Josie arrancó casi sin querer desde aquellas braguitas negras de su vestido transparente, en el fin de año de 2014 en La Sexta, con Frank Blanco. El asesor de moda la vio y comprendió que ahí había recorrido y así ha sido su camino por las uvas a lo largo de este tiempo en el que la anatomía de Cristina se ha sumado al paisaje de la Puerta del Sol.
Y ya no es un asunto de enseñar (o no enseñar), el dúo ha desarrollado una performance en torno al mundo de la moda y la lección de este 31 de diciembre versaba sobre la figura del diseñador Manuel Piña, con un vestido de tafetán de 1991, actualizado con elementos actuales creando a su vez una alegoría sobre la metamorfosis, con la presentadora en apariencia rapada. Josie homenajeaba así a su referente, su paisano de Manzanares, y de paso ha reclamado el papel e interés de tantos museos de provincias.
Atresmedia ha rentabilizado a lo grande el momento Pedroche del año, llevando al último minuto el descubrimiento del vestido (ya no tan des-vestido, como en otras ocasiones), un modelo, una exhibición, que lleva meses de preparación. De hecho el equipo de Josie ya tendrá avanzada la idea para abrir 2023. Siete millones de españoles aguardaron el descubrimiento y, de paso, se tomaron las uvas en Antena 3, rompiendo en muchas casas la superstición de saltar de año en La 1.
El chef Alberto Chicote, compañero en los últimas seis nocheviejas y ya figura inseparable para despedir el año, sabe que su misión aquí es tan sólo acompañar. Sus emolumentos en este caso son menores porque en realidad es una oportunidad para él, y casi para cualquiera, estar ahí. Chicote enlaza proyectos en Atresmedia, es uno de los rostros fijos de la compañía más allá de las pesadillas con las que se dio a conocer hace menos de un decenio. Ser la pareja televisiva de Pedroche es rentable. Tanto como el plus de ser su pareja en la vida real, como sabe David (Dabiz) Muñoz, considerado el mejor chef del mundo en 2021 en The Best Chef Awards. El matrimonio es la sociedad limitada más rentable del mundo mediático español.
Cristina llegó a la televisión poco antes que Chicote, en 2009, y desde su posición de reportera veinteañera en minifalda ha ido madurando y renovando su papel referente, convenciendo incluso a detractores antiguos. La Pedroche no cobra en concreto por estar el 31de diciembre en la Puerta del Sol, ella firma un suculento contrato de cadena, está amarrada con Atresmedia, lo que incluye su aparición habitual en Zapeando, fija en el programa diario salvo ausencias contadas, además de estar disponible para espacios nuevos. En estos momentos prepara la segunda temporada de Love Island, reality sobre solteros y fidelidades que volverá a Neox y Atresplayer Premium. Galas, apariciones de invitadas, acordadas con la empresa, completan un contrato que superaría el millón de euros dado el calibre de otros rostros populares. ¿Es rentable? Seguro. Cualquier otra cadena querría contar con la presencia de Cristina Pedroche. Todo más allá del momento fabricado con las campanadas.
La de Vallecas tiene su vínculo con Atresmedia que le
El chef amplía su negocio con el ‘delivery’ y productos con sello
impide salvo por autorización aparecer en la competencia y además goza de otros contratos de imagen, algunos de ellos en acuerdo con la compañia audiovisual, junto a los negocios de hostelería con su marido. Junto a Diverxo, tres estrellas de Michelin y que saltó a la palestra hace unas semanas por ser el del precio más alto del menú degustación de toda España: pasó de 250 euros (400 con las copas recomendadas) por persona a 365 euros sin maridaje para este año. Precio que no ha de desviar la valía del trabajo del chef (tras cerrarse el StreetXo de Londres, donde se habían centrado tantos esfuerzos de la pareja, afectado por el confinamiento) y la expansión de su negocio en el delivery (GoXo) y los productos con el sello de Dabiz Muñoz, como han sido en esta Navidad los turrones y los roscones.
Además, a los ingresos directos se suma popularidad y prestigio de ambos ¿Quién no intentó en los meses del encierro en casa emular la tarta de queso de la Pedroche? Lo de Nochevieja no es ya por un desnudo: es el interés en imagen que despiertan Pedroche y su marido.