Conmoción en la política comunitaria por la muerte de David Sassoli
● El presidente del Parlamento Europeo falleció ayer a los 65 años en un hospital italiano
El fallecimiento del presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, la madrugada de ayer a los 65 años ha causado conmoción en la política comunitaria, que de forma unánime ha recordado su talante afable y conciliador, sus esfuerzos por mantener la vida parlamentaria en marcha durante la pandemia y su atención a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Sassoli fallecía a las 01:15 de ayer en el hospital italiano de Aviano, donde permanecía ingresado desde el 26 de diciembre por una complicación grave en su sistema inmunitario, pese a que el ingreso no se hizo público hasta el lunes, horas antes de su muerte.
Se trata del primer fallecimiento de un líder de una institución europea cuando aún estaba en el ejercicio de sus funciones, por lo que la vicepresidenta primera del Parlamento, Roberta Metsola, será quien asuma las tareas de la presidencia de manera interina hasta que se elija a un nuevo presidente la semana próxima, un relevo ya previsto antes del repentino fallecimiento de Sassoli.
La eurodiputada maltesa, de 42 años, es también la principal favorita a ser la sucesora del italiano de manera oficial para la segunda mitad de la legislatura tras presentar su candidatura en diciembre, y se disputará el puesto con el conservador polaco Kosma Zlotowski y la española de la Izquierda Sira Rego.
“Tengo el corazón roto. Europa ha perdido a un líder, yo he perdido a un amigo, la democracia ha perdido a un campeón”, escribía Metsola en una de las primeras reacciones al fallecimiento de Sassoli en Twitter.
Junto a ella, los líderes de las otras dos principales instituciones europeas, Comisión y Consejo, así como decenas de jefes de Estado, diputados y figuras prominentes de la política se mostraron conmovidos ante la muerte del italiano, de quien destacaron su carácter generoso y su europeísmo.
“Es un día triste para Europa. Hoy nuestra Unión pierde a un europeísta convencido, un demócrata sincero y un hombre bueno”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una declaración en italiano e inglés ante las cámaras.
Muchas voces hablaban ayer de su etapa de periodista, en la que llegó a ser el rostro visible de los informativos de la radiotelevisión pública italiana y en la que vivió momentos históricos como la caída del Muro de Berlín: sus allegados recuerdan que siempre contaba cómo se fue directo a la capital alemana a celebrar la desaparición de una de esas fronteras físicas que siempre rechazó de plano.
Las banderas institucionales en Bruselas ondeaban ayer a media asta por el fallecimiento de Sassoli y varios centenares de personas, mayoritariamente diputados de todos los colores políticos y trabajadores del Parlamento, se concentraron frente a la puerta de la sede de la Eurocámara en la capital comunitaria para guardar varios minutos de silencio por el veterano político.
Otro de los agradecimientos repetidos por diversas voces en el Parlamento Europeo hacia Sassoli fue por su empeño en mantener en marcha la actividad parlamentaria cuando el mundo se detenía por la pandemia de coronavirus, una decisión clave para que pudieran salir adelante las medidas de emergencia propuestas por Bruselas para inyectar liquidez en los sistemas sanitarios de los Estados miembro o apoyar a los sectores más golpeados.
Durante la etapa de los confinamientos más duros en Europa, su interés por las causas sociales y por apoyar a los más vulnerables se materializó en la decisión de abrir las puertas del Parlamento Europeo a personas sin hogar y mujeres en riesgo de sufrir violencia machista, así como de ordenar a las cocinas de la Eurocámara que prepararan 3.000 menús diarios para los sanitarios bruselenses.
En lo que fue una suerte de testamento
Sassoli se esforzó por mantener en la pandemia la actividad parlamentaria
político, las redes recuerdan también el que a la postre sería su último vídeo público, el 23 de diciembre, para felicitar la Navidad e insistir, una vez más, en que “la desigualdad no puede ser ni tolerada” y “la pobreza no debe ser escondida, sino combatida y erradicada”.
Su funeral tendrá lugar el viernes en la Basílica de Santa María de los Ángeles y los Mártires, en la Plaza de la República en Roma, y el Parlamento prevé homenajearle el lunes en una ceremonia en Estrasburgo.