Guía para un uso familiar de las TIC
‘Concilia-Tic’ es un manual de buenas prácticas de las nuevas tecnologías en familia
La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, ha presentado la guía Concilia-Tic de buenas prácticas para el uso “inteligente, óptimo y saludable” de las nuevas tecnologías en familia, que nace de las conclusiones del estudio de la Universidad de Almería (UAL) sobre la conciliación familiar y la educación parental respecto del uso de las nuevas tecnologías en la infancia y la adolescencia, y que parte del análisis de los cambios sociales que ha provocado la pandemia del Covid-19.
La Consejería ha destacado que, en el marco de la nueva Ley de Infancia y Adolescencia de Andalucía aprobada recientemente en el Parlamento, se encuentra trabajando en la redacción del III Plan de Infancia y Adolescencia de Andalucía que, según ha señalado, “sentará las bases del sistema integral de atención a la infancia y definirá las bases estratégicas de estas políticas en Andalucía en los próximos años”.
En relación con el estudio presentado sobre infancia y nuevas tecnologías, la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación ha expresado que “no se trata de decir no a internet o las redes sociales, sino a su mal uso y los riesgos que conlleva”. En este aspecto, ha destacado los problemas que las nuevas tecnologías pueden suponer en los menores para su salud mental o la educación en las emociones.
Entre las conclusiones del estudio, destaca el hecho de que durante el confinamiento a consecuencia del inicio de la pandemia por el Covid-19, las familias no hicieron más vida en común, se duplicó el tiempo de todos sus miembros delante de las pantallas y se inició la actividad digital en edades más tempranas.
Esto, unido a cuestiones como las refleja un estudio de Unicef que informa que sólo el 23% de los progenitores ponen normas en el uso de estas tecnologías a sus hijos e hijas, que uno de cada tres adolescentes en España hace un uso problemático de internet y las redes o que uno de cada cinco podría tener adicción a los videojuegos, muestra una realidad que sitúa a los menores en situación de vulnerabilidad.
“Tenemos que mirar de frente a esta situación. Aunque no todo en internet sea malo, es necesario implicar a las familias y los centros educativos para establecer estrategias que eduquen en este ámbito y no haga a nuestros hijos e hijas infelices”, ha señalado Ruiz.