Europa Sur

“Nos gusta divertir y que, además, el teatro sea de alguna manera transforma­dor”

● El malagueño se mete en la piel de Sosia en una versión actualizad­a de ‘Anfitrión’, el clásico de Molière que se estrenó en el Festival de Mérida en 2020 y ha sufrido los sinsabores de la pandemia

- Cristina Fernández

Con el “nervio” de llegar a la tierra propia y la ilusión de subirse a las tablas de “su teatro”, el actor Pepón Nieto, productor también de Anfitrión, regresa este viernes al Cervantes para participar en el 39 Festival de Teatro de Málaga con el clásico de Molière revisado por Juan Carlos Rubio.

–El propio director de Anfitrión, Juan Carlos Rubio, explica que Molière “robó” el texto de Plauto y ahora él vuelve a hacer un hurto de la obra del francés. ..

–Sí, pero una de las premisas de Juan Carlos a la hora de hacer la versión de la obra era ser muy, muy fiel a Molière. La calidad literaria del texto nos gusta mucho y no queríamos renunciar a ella. Incluso hay un par de canciones que aparecen en la obra que son poemas de Molière musicados por Julio Awad. Lo que sí hace, algo que acerca mucho el texto a lo contemporá­neo, a nuestros días, es transforma­r el papel de la mujer.

–¿Cobran un protagonis­mo que no tenían?

–En el texto de Plauto y en el de Molière, las mujeres tenían un papel muy insignific­ante. Eran meros peones en manos de los dioses y de los hombres. Pero aquí son motores de la acción, las dueñas de la situación y cuando descubren el engaño ponen pie en pared para decir basta, para dejar claro que no fueron criadas para aguantar esos yugos. La mujer tiene un papel como en la actualidad y creo que ese es el mayor hallazgo de la versión de Juan Carlos Rubio.

–Dice el director que Molière hubiera hecho lo mismo de vivir en este siglo...

–Creo que sí, porque era un dramaturgo muy apegado al tiempo que le tocó vivir. De hecho, rescató esta función de Plauto para retratar al rey Luis XIV, del que se mofaba en esta función. Utiliza la obra para denunciar la situación de abuso de poder y desmanes de la corte, fue muy controvert­ida en su momento. Molière era casi un cronista de su época y ahora estaría pegado a la sociedad que tenemos y le habría dado esa importanci­a a la mujer que no tenía.

–¿Le hubiera dado mucho de lo que hablar este presente?

–Yo creo que sí. En las obras clásicas se habla de temas universale­s, que van a estar ahí siempre, pero también están muy pegados a su época, desde Shakespear­e a Lope.

–Además del nuevo rol de las mujeres en este Anfitrión, la puesta en escena es novedosa...

–Sí, me parece muy interesant­e el paralelism­o que hace con el mundo del circo en una época un poco indetermin­ada. Todos los personajes tienen su paralelism­o con los personajes del circo. El dios Júpiter es el equilibris­ta, Mercurio el mago, Sosia, mi personaje, es una suerte de ventrílocu­o, Anfitrión, el payaso tonto. Y las mujeres son la domadora y la jefa de pista y dueña del circo, la que resulta engañada pero es la que decide lo que se hace y lo que no.

–¿Son necesarias este tipo de aproximaci­ones a los clásicos para que llegue más al público?

–Yo creo que es la única manera de hacerlo. Se puede coger un texto y hacerlo exactament­e a la manera de su época, con un valor casi antropológ­ico y puede estar muy bien. Pero a mí siempre me interesa mucho más la fusión, los puntos de vista distintos, lo que cada uno puede aportar para disfrutar de un texto conocido de diferentes formas. En todo me interesa más la fusión que el purismo, lo que enriquece y aporta de nuevo. Como espectador me gusta ver cómo le han dado la vuelta al clásico, cómo aparecen lecturas nuevas que no había pensado.

–¿En esta obra se habla también de la importanci­a de la imagen que uno mismo proyecta?

–Anfitrión y Sosia se van a la guerra. Durante ese tiempo Júpiter y Mercurio se han hecho pasar por ellos para seducir a sus mujeres. Así que cuando regresan, se encuentran con sus dobles y alucinan porque se ven como ellos mismos, tanto que les hacen dudar. Además, se gustan mucho más en la imagen que ven ref lejada que en ellos mismos. Hablando mucho sobre ello, también encontramo­s un paralelism­o con el tipo de sociedad en el que estamos, con la forma que tenemos de relacionar­nos, con las redes sociales, donde damos una imagen de nosotros y nuestra vida que más que real es la que queremos tener. Nos apoyamos en filtros, llega el verano y todo el mundo está con un mojito en la playa, pero no todo el mundo está de vacaciones ni vive así. Damos la imagen que nos gustaría tener y la que envidiamos en el otro. Cuando Sosia se encuentra con Mercurio y se cree reflejado en un espejo, se ve más atractivo, se adora más en lo que le gustaría ser que en lo que en realidad es.

–Además de hacer pensar, ¿entretener es otra premisa fundamenta­l?

–El texto es así, es un entretenim­iento, es un divertimen­tos, nosotros nos lo pasamos muy bien en el escenario y creo que el gusto con el que hacemos la función se transmite al patio de butacas y el público lo recibe. Es una comedia blanca, amable, más de sonrisa continua que de carcajada, muy bonita de ver y divertida. Lo que más nos interesa es que quede un poquito de ‘para luego’, que quede un poso que le sirva de tema de conversaci­ón. Pero claro que es divertimen­to, y nos gusta mucho hacerlo aunque no es nada fácil. Pero también nos interesa que el teatro sea de alguna manera transforma­dor, que remueva. Si esas dos cosas se dan, me parece estupendo.

–Estrenaron en un año difícil, en el Festival de Mérida de 2020...

–Sí. Teníamos el proyecto ya hecho, pero el confinamie­nto nos hizo pensar que no sería posible. En el último momento, el Festival de Mérida decidió que iba a apostar por la cultura y nosotros también pensamos que teníamos la obligación de hacerlo. El festival iba a ser punta de lanza del resto y tuvimos mucho éxito y muy buenas críticas. Todo aventuraba a que iba a ir muy bien y luego nos vino el palazo. Empezaron los cierres perimetral­es, se caían los bolos, ha sido bastante azaroso todo, como para todas las compañías que estrenaron en esa época. Hemos pasado por situacione­s muy difíciles.

–Se han reunido seis talentos sobre el escenario...

–Ha sido una suerte. Soy productor del espectácul­o y decidir con quién quieres trabajar y que todos hayan dicho que sí ha sido una suerte. Tenemos muy buen rollo, estamos deseando llegar a Málaga.

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Pepón Nieto, en una imagen promociona­l de ‘Anfitrión’.

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