El Nàstic, próximo rival albinegro, celebra la aportación de sus refuerzos

El Nàstic de Tarragona, que el próximo día 23 visitará a la Real Balompédica en la última jornada de la primera vuelta de la Primera RFEF, anda a medio camino entre la satisfacción por el rendimiento de sus refuerzos y la incómoda situación de uno de sus futbolistas, el balear Fullana, que sigue entrenándose a las órdenes de Raúl Agné pero lo hace ya desposeído de su licencia en espera de encontrar destino.

El Nástic comenzó 2022 con un empate en casa ante el Albacete que le mantiene a cuatro punto de la Balona (es decir, a cuatro puntos de la zona de play-off) pero en ese partido debutaron sus dos primeros refuerzos, el almeriense Dani Romera, que llegó procedente de la Ponferradina, y el exbalono Elías Pérez, uno de los muchos perjudicados por la situación económica del Extremadura.

Del primero se puede leer en Diari de Tarragona: “Romera fue el mejor del Nàstic. Y eso que jugó los 90 minutos. Hacía casi un año que no completaba un partido. Desde un Zaragoza-Ponferradina de la temporada pasada en Segunda División. No lo pareció. El futbolista de 26 años desplegó todos los recursos que hicieron que el Nàstic se lanzara hacia su incorporación. Movimientos continuos buscando retar a los centrales del Albacete.

Sin parar y con toda la intensidad posible. Porque jugó motivadísimo y queriendo ganarse el sueldo desde el primer día con goles”.

Con respecto a Elías Pérez dice: “No tuvo un debut tan llamativo. Tampoco acabó los 90 minutos. A la hora de juego fue relevado por Bonilla. En el tiempo sobre el verde expuso un fútbol práctico. Sin riesgos innecesarios. Con la veteranía que le otorga su larga experiencia en la categoría de bronce, el pacense cumplió con la tarea encomendada, tapando los espacios en la medular haciendo una buena pareja de baile con Ribelles”.