‘Riverdance’, flamenco y danza irlandesa en una animación
La bailaora granadina Rocío Montoya presta sus movimientos de f lamenco a los personajes animados del telefilme infantil británico Riverdance, que hoy estrena Netflix. La artista granadina es la única española de la compañía Riverdance, un espectáculo musical con dos décadas de éxitos que tiene como base la danza irlandesa, pero que también suma folclore ruso, claqué y flamenco. Ese musical ha inspirado Riverdance: la aventura animada, que ha convertido los pasos y requiebros de la bailaora en el movimiento de algunos de sus protagonistas. “Sólo puedo decir que hacen magia, me he sentido muy ref lejada y creo que cualquier persona que me conozca en mi forma de bailar me va a ver tanto en Penny, un ciervo, como en el personaje de Moya”, ha explicado Rocío.
La propuesta para ser la parte flamenca del proyecto de animación le llegó por uno de los productores ejecutivos. Montoya comenzó su formación en la Escuela Marichu del populoso barrio del Zaidín de Granada y antes de trabajar con referentes como Rafaela Carrasco o Mario Maya terminó su carrera de Danza Española en el conservatorio granadino. Para “enseñar” a moverse a Penny, un ciervo que baila flamenco en el filme, Montoya se enfundó un traje con sensores para inmortalizar cada paso. “La producción es también una oportunidad para el flamenco”, reclama.
Riverdance cuenta la historia de Keegan, un niño irlandés que viaja junto a Moya, una niña española, hasta el mítico mundo de los Megaloceros Giganteus, una manada de ciervos mágicos que les enseñan a bailar.
La bailaora granadina Rocío Montoya ha prestado sus movimientos