Una mujer francesa es el primer caso de eutanasia aplicada en Andalucía
La solicitante, de 63 años, padecía la enfermedad de Parkinson desde hacía cuatro
Una mujer francesa residente en Andalucía desde hace una docena de años con un párkinson grave ha sido la primera persona en esa comunidad autónoma que ha podido beneficiarse de la ley sobre la eutanasia en su domicilio y asistida por un equipo médico, según informó ayer la emisora France Info que fue recogida por Efe.
La mujer, identificada por su nombre, Catherine, y de la que no se ha precisado el lugar exacto de residencia, tenía 63 años y se le había diagnosticado su enfermedad hacía cuatro. Como había perdido su autonomía, tenía que recibir asistencia día y noche, que era lo que peor soportaba, como contó previamente, con muchas dificultades en el habla, a la emisora de radio francesa: “Lo más duro es tener a alguien aquí todo el tiempo. Para todo, para vestirme, para caminar”, explicó para justificar haber recurrido a la eutanasia. “Esto es una mierda, de forma que mejor irse a otra parte. Ya os contaré”, señaló con ironía.
Su decisión la tramitó con ayuda de una de sus cuidadoras y amiga, Pascale, aprovechando la aprobación de la ley de eutanasia española, que entró en junio, aunque la comisión autonómica andaluza empezó a funcionar cinco meses después.
Catherine recibió el visto bueno a su demanda el 26 de diciembre; por eso dijo: “Era mi regalo de Navidad. Para mí es una liberación terrible”. Pascale contó a la emisora que en verano habían formalizado su petición, que el trámite fue rápido, pero que luego hubo que esperar a que se constituyera la comisión y eso fue doloroso para ella, que “quería
una fecha”. Como su médico habitual no quiso firmar su solicitud, Catherine tuvo que cambiar de facultativo.
Eva Camps Olmedo, de la Asociación Derecho a Morir Dignamente, explicó ayer a France Info que “algunos médicos no las aceptan y otros sí las aceptan, pero no saben qué hay que hacer, no saben qué hacer porque no tienen ni formación, ni información para acompañar a las personas que quieren acogerse a la eutanasia”. Es una de las quejas recurrentes de la asociación en Andalucía, que lamenta el desarrollo de la normativa en la comunidad autónoma.
La Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia aprobada el año pasado contempla el derecho a morir para quien sufra un padecimiento grave, crónico e imposibilitante o padezca una enfermedad grave e incurable, en ambos casos causantes de un sufrimiento físico o psíquico constante e insoportable. España es el sexto país en el mundo que la regula. Según destaca la presidenta andaluza de la asociación, quienes quieren acogerse a este derecho no toman la decisión “de hoy para mañana”. “Se trata de una decisión bien meditada”, sostiene.
Un facultativo se negó a firmar la solicitud de Catherine, quien tuvo que cambiar de médico