Casado reivindica su “seriedad” ante la “debilidad” de Sánchez
● El líder popular respalda a Fernández Mañueco a cuatro domingos de las elecciones
El líder del PP, Pablo Casado, reivindicó ayer la seriedad y la certidumbre de su formación frente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su “debilidad” porque le considera “rehén” de Podemos, ERC o EH Bildu. En León, donde el XIV Congreso del PP de Castilla y León ha servido para lanzar la candidatura de Alfonso Fernández Mañueco a las elecciones del 13 de febrero, Casado aludió de nuevo a las críticas del ministro de Consumo, Alberto Garzón, a las macrogranjas.
“Ha quedado claro que Sánchez no va a cesar a Garzón, pero tengo mis dudas que los de Garzón no acaben cesando a Sánchez porque depende de ellos, es rehén de Podemos, de ERC, y de Bildu”, ha señalado. Casado ha dibujado un Gobierno “partido” en dos, donde Sánchez sólo es “copresidente”, y aseguró que cada vez que el presidente del Gobierno acude a Castilla y León los socialistas pierden un escaño.
Reivindicó la “alternativa en positivo” del PP, frente a la etiqueta de oposición negacionista que les ha puesto Sánchez, e ironizó con que “el del ‘no es no’” les acuse de negacionistas: ¿Somos los negacionistas? Venga ya señor Sánchez”, exclamó.
El jefe de la oposición aludió a las más de 20 reformas que los populares proponen y agradeció que el ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy haya considerado sensata la oposición del PP a la reforma laboral.
Junto a Fernández Mañueco, Casado aseguró que el PP es el partido de la España real, el de los ganaderos. Una “fuerza tranquila” que “cumple lo que promete”. “No tenemos que venir a escuchar los que nos cuentan del campo, somos el partido del campo, estamos aquí, no tenemos que venir aquí”, recalcó, para agregar que “aquí no hay macrogranjas, aquí hay granjas pequeñas y granjas grandes y todos cumplen las exigencias de la UE”.
También Fernández Mañueco acusó a Sánchez de querer utilizar a Castilla y León para “su juego de tronos” y se comprometió a pararle los pies. Y, en un escenario en el que el PP aspira a un Gobierno en solitario para el que, salvo sorpresas, necesitarán el apoyo o la abstención de Vox, advirtió de que no aceptará chantajes: “Si alguien quiere ser el Rufián de Castilla y León conmigo que no cuenten para ser el Sánchez de Castilla y León”.