La embestida de Iglesias obliga a Sánchez a replicar
El ex líder de Podemos reaparece para afear el envío de tropas mientras el jefe del Ejecutivo aboga por la diplomacia y la unidad
Varios frentes se han abierto entre el PSOE y Unidas Podemos desde que hace dos años sellaron un pacto de Gobierno, desde los conflictos entre Carmen Calvo e Irene Montero por la lucha feminista a la última polémica con la industria cárnica provocada por el ministro de Consumo, Alberto Garzón. Pero puede que la crisis mundial por la situación de Ucrania, que ha devenido en un choque entre Estados Unidos y Rusia ante la amenaza de Moscú de invadir el país vecino, sí se convierta en un quebradero de cabeza para el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. El envío de un cazaminas y de una fragata a la zona para apoyar al contingente de la OTAN ha suscitado recelos en la formación morada y también en otros partidos del arco parlamentario, que el viernes manifestaron su rechazo al despliegue militar de las tropas españolas.
El jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, ya dejó claro el pasado viernes que las decisiones en política internacional corresponden al presidente del Gobierno, tratando de acallar las protestas de su socio de coalición. Sin embargo, desde La Moncloa no quieren hacer mucho ruido con este asunto, pues la sociedad está muy sensibilizada y, además, los conflictos bélicos no son nada rentables políticamente, como se demostró en la etapa de José María Aznar como mandatario español.
Sánchez estuvo ayer en un acto del PSOE en Gijón y no hizo alusión alguna a la participación española en la crisis ucraniana, ni siquiera para informar de lo ya sabido: el envío de dos embarcaciones militares. También obvió, por supuesto, el ofrecimiento del Ministerio de Defensa a la Alianza Atlántica desplegar cazas españoles en Bulgaria. Su discurso, principalmente, tuvo un carácter europeísta.
Muy al contrario, el otrora vicepresidente y ex líder de Podemos, Pablo Iglesias, volvió ayer al centro de los focos y se preguntó en Valladolid qué van a ganar los europeos con la ampliación de la OTAN a Ucrania y la entrada de ese país en el Tratado Atlántico Norte, y advirtió de que ir a la guerra con Rusia puede resultar peligroso por tratarse de una potencia nuclear.
A su juicio, Europa no tiene “el más mínimo interés” en que haya una confrontración militar en suelo europeo con un país que tiene armas nucleares y “los españoles no son tontos como cree la ministra de Defensa y saben que la OTAN es una alianza militar para proteger los intereses de Estados Unidos”.
Para Iglesias, lo que está en juego ahora es “si Europa pinta algo” en la negociación del conflicto, ya que tanto Alemania como Francia han dicho que quieren negociar. “¿Qué tenemos que ganar los europeos con la ampliación de la OTAN hacia Ucrania?”, dijo Iglesias, que agregó que eso no quiere decir que sea “prorruso” pero tampoco “proestadounidense” sino “propaz”.
El ex secretario general de Podemos aseguró que hablar de “guerras humanitarias” es “una tomadura de pelo” ya que si fuera verdad que las guerras se hacen en nombre de la democracia la situación de los palestinos sería distinta, “esto va de intereses”, zanjó.
Acaso obligado por la intervención de Iglesias, horas más tarde sí escribió Sánchez en Twitter, apostando por “la unidad, la distensión, la solidaridad y el diálogo” para resolver la crisis: “Es el momento de la diplomacia”. Aseguró que está siguiendo “muy de cerca” la situación en Ucrania y se encuentra en “permanente contacto” con los representantes de la UE y la OTAN, así como con los jefes de Estado y Gobierno de los países socios y aliados de España.