Ordóñez denuncia las “puertas giratorias de ETA” a la cúpula de Sortu
● El PP lamenta la integración de Pla, ex líder de ETA, en la cúpula de la formación ‘abertzale’ en el tributo a Gregorio Ordóñez
Consuelo Ordóñez, hermana del concejal donostiarra del PP asesinado por ETA Gregorio Ordóñez, criticó las “puertas giratorias de ETA” por el nombramiento de David Pla, “último jefe de ETA”, como número tres de Sortu, partido que es su “fachada política” desde 2012, señaló.
Consuelo Ordoñez pronunció estas palabras tras el responso celebrado ayer en el cementerio de Polloe de San Sebastián en recuerdo por el 27 aniversario de la muerte de su hermano, asesinado a tiros en un bar de la capital guipuzcoana el 23 de enero de 1995.
El acto contó con la presencia del presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz. También acudieron al homenaje Ana Iribar, viuda del asesinado, y María San Gil, ex presidenta del PP del País Vasco.
La presidenta de Covite remarcó que precisamente ayer Sortu está confirmando en su congreso en Bilbao el nombramiento de David Pla como número tres del partido. “ETA también tiene sus puertas giratorias. Mientras mi hermano está aquí, en el cementerio, ahí está David Pla como flamante nuevo dirigente de Sortu, con una enorme responsabilidad sobre los gravísimos delitos que ETA cometió bajo su dirección y que nadie le exige depurar”, indicó.
“¿O es que Pla no tendría nada que decir sobre dónde están los asesinos de Carlos Sáenz de Tejada y Diego Silva, las últimas víctimas” de la banda terrorista en 2009, ha preguntado.
Iturgaiz denunció que “el hacha y la serpiente” de ETA “hoy mandan en Sortu y Bildu”, porque “se han quitado la capucha y el disfraz sin tapujos”. Además, ha pedido al Gobierno vasco que en su “reconocimiento y resarcimiento” a la Guardia Civil y la Policía Nacional rompa “amarras con EH Bildu-Sortu”.
Sortu celebró en Bilbao la asamblea que cerró el tercer congreso, en el que se aprobó la ponencia oficial Herrigaia y se eligió una nueva dirección, apoyada por el 89% que votó la lista única y cerrada presentada. En su discurso de reelección como secretario nacional, Arkaitz Rodríguez, mantuvo la retórica de la “revolución” para construir una “civilización socialista”, pero solo en el plano teórico.